DOG: UN VIAJE SALVAJE
(Dog)
2022. Dirs. Reid Carolin y Channing Tatum.
El veterano Briggs (Channing Tatum) trabaja en Oregon, como empleado de un local de comida rápida, mientras insiste en que le vuelvan a enviar a combate: el problema es que sufrió lesiones cerebrales que se lo impiden. Cuando se entera de que su excompañero Rodríguez ha muerto en un accidente, acude a conmemorarlo con otros militares. Uno de los oficiales le pide que traslade por carretera a Lulú, la perra belga malinois, de combate, feroz e incontrolable (porque también sufre de las consecuencias de guerra y solamente atendía las órdenes del difunto), hacia el funeral que será en Arizona. El viaje irá pasando por diversas etapas considerando la actitud rebelde y destructiva del animal, con base en la personalidad de Briggs. Junto con el perro, va un libro de recortes, memorias, cartas, fotos, discos, donde el fallecido Rodríguez celebraba y exaltaba el amor hacia su mascota, peligrosa compañera en sus hazañas bélicas. En esta primera experiencia como directores del guionista Carolin (quien fuera el creador de Magic Mike, así como productor de La caída de la Casa Blanca) y el actor Tatum, tenemos un comentario social que va más allá de los elementos de comedia y drama que conlleva la trama.
Briggs no encuentra la manera de reinsertarse socialmente, mucho menos debido a las lesiones que sufrió: su adicción a medicamentos contra el dolor, además de los trabajos miserables a los cuales puede aspirar, son ejemplos de los resultados (mínimos, entre otros casos posibles de investigar) para quienes son reclutados, viven para la milicia y el enfrentamiento de guerra: es muy difícil retornar a un mundo que ya les resulta desconocido y, por lo tanto, el anhelo de volver a combate, a la acción, a donde se sentían pertenecer y poseer una identidad. Más allá del ser humano, también está la bestia entrenada, “nacida para este oficio” (como lo menciona uno de los personajes) que no tiene otra salida más que su extinción porque ya no puede ser "la" mascota sino "una" amenaza, aparte de que su adiestramiento podría resultar fatal. De esta manera, Briggs se va identificando con Lulú. Las diversas etapas del viaje le permitirán irla comprendiendo.
Será un viaje de atención y autorreflexión. Dentro de sus limitaciones personales, Briggs tiene la capacidad de irse reflejando en Lulú. Nadie la quiere, lo mismo que el ejército al veterano Briggs (y en sus relaciones personales, como en algún momento se sabe). En otra etapa, habrá el descubrimiento de ciertas razones internas de Rodríguez que ponen en tela de juicio al accidente donde perdió la vida. Lulú verá como amenaza a un individuo que viste acorde con el estereotipo oriental y del cual ha sido alimentado para el odio y condicionado al ataque. Por eso, no es una película amable en el sentido de otras comedias con perros (Marley y yo o Siempre a tu lado), ni tampoco Briggs es el personaje que despierte simpatía o compasión. El tono inicial que parece ser sobre los líos que vivirá un tipo por una bestia, irá cambiando, produciendo también otros sentimientos en el espectador. Una cinta que va de menos a más porque su discurso es válido pero podrá confirmarse hasta los últimos momentos.
Channing
Tatum ha sido otro de los casos excepcionales dentro de los
actores-productores inteligentes de Hollywood. Luego de un inicio como actor
secundario o bailarín (Step Up Up y
secuela), sin jamás esconder su pasado como stripper, supo seleccionar
el material para seguir adelante (en ocasiones, hasta en papeles especiales),
sin dejar de explotar el físico, pero mostrando su calidad actoral,
participando en proyectos arriesgados, siempre con buenos realizadores. Su
presencia es clave para el buen desarrollo de la trama: dentro de su rudeza
existe un sentido de vulnerabilidad, apropiado para que uno crea esa relación
que se conforma entre bestias.