NON – STOP (Sin
escalas)
2014. Dir. Jaume
Collet-Serra
Un oficial (Liam Neeson) que vigila los
vuelos internacionales de una aerolínea recibe mensajes en su celular (durante
un vuelo que se dirige a Londres) donde le indican que deben depositarse 150
millones de dólares en una cuenta especial o se empezará a asesinar a pasajeros
cada veinte minutos. De esta manera inicia una mezcla de géneros que van de la
acción al suspenso. No es fácil comentar el argumento sin revelar situaciones específicas
que no se pueden dar a conocer sin echar a perder las sorpresas posibles.
La película es la segunda del catalán
Collet-Serra (quien ha hecho su carrera en Hollywood desde la excepcional “Casa
de cera”) con Neeson (la anterior fue “Desconocido” y ya están filmando un
tercer título).
Neeson se ha convertido en prolífico actor (al estilo Nicolas
Cage), refugiándose en el cine de acción donde se perpetraron dos obras
maestras del género (“Búsqueda implacable 1 y 2”) y otras menores como la que
hoy nos ocupa. La cinta tarda en llegar al espectador
porque hay una primera secuencia que quiere establecer la realidad actual del
personaje interpretado por Neeson. Luego hay otros distractores en el camino
(un pasajero preguntón, otro que impide el flujo de la aduana, una niña que
viaja sola por primera ocasión). Y
finalmente, cuando comienzan a llegar los textos a su teléfono, se confunde
entre un compañero de trabajo que resulta ser, repentinamente, un malhechor.
No queda más que detenerse en el ritmo y
en las dudas que se van plantando en el espectador para que piense que
cualquiera puede ser el villano en un microuniverso cerrado, sin salida ni
lugar a solución. Se agradece que no se llegue a los estereotipos usuales (por
ahí anda un árabe) ni que la trama se dirigiera hacia el melodrama de la niña
que aparece al inicio. No obstante, hay momentos en que la trama se sale de
control pero vuelve mágicamente al carril. Lo que es notorio es el protocolo
que se sigue dentro de un vuelo, lo hemos vivido y nos damos cuenta que somos
más ovejas que pastores.
El elenco se agradece: aparecen Julianne
Moore y Linus Roache como pasajera y piloto, respectivamente, con personajes
ambiguos. Inesperada presencia de la ahora popular Lupita Nyong’o, ya que fue
filmada inmediatamente después de “12 años esclavo”.
Así que, sin mucha discusión y debido a la ética de no revelar situaciones,
les aseguro que pasarán un rato entretenidos pero, al final, se darán cuenta de
lo que significa el manejo de tramas y personajes que dan a entender las
diferencias entre éxito y medianía dentro de un mismo género. Compare “Tres
días para matar” (ahora que la estrenen: un excelente ejemplo de diferencia entre
cintas de mismo género) o las mencionadas “Búsquedas” con esta cinta y se dará
cuenta de que la cuenta queda en números rojitos. Mejor nos quedamos en casa.