jueves, 12 de diciembre de 2019

NUNCA MIRAR ATRÁS


LUCIÉRNAGAS
2018. Dir. Bani Khoshnoudi.
         Ramin (Arash Marandi) es un joven iraní que llegó por error a Veracruz al tomar un barco mercante equivocado, por escapar de su país. Trabaja en lo que se le presenta: primero lo vemos colectando piñas, luego en la construcción. Vive en un hotel manejado por Lety (Flor Edwarda Gurrola) y busca la manera de retornar hacia Grecia o Turquía pero no ha reunido el dinero suficiente. Por sencillas pistas se va sugiriendo que es homosexual: mira con melancolía la foto de un joven con el cual después se le encontrará comunicando por medio de computadora. El muchacho le comenta que la ha pasado muy mal y que no debería pensar en retornar. En otro de sus trabajos conoce a Guillermo (Luis Alberti), un joven centroamericano, igualmente migrante, quien le comparte que su meta es llegar hasta Canadá. Por su lado, Lety piensa en su exnovio, hermano de una de sus amigas, quien de repente, tres años atrás, la abandonó sin mayor explicación para irse a los Estados Unidos. Ahora, se ha enterado que acaba de regresar.
Arash Marandi
         Discreta, con una narración eficaz que mueve a sus personajes todo el tiempo, con un reparto tan justo como solvente, la película nos sumerge en la soledad y en la melancolía propias del exilio. Ramin se encuentra por accidente en México mientras que Guillermo está de paso: Veracruz es solamente una parada en el camino. Mientras que Ramin desea volver al origen para reencontrar al amado, Guillermo expresa que nunca se debe mirar atrás y siempre seguir adelante. Lety viene a mostrar el otro ángulo: los que se quedan pero que también deben aceptar nuevas realidades. La realizadora Khoshnoudi, también guionista, la utiliza como ejemplo de que las partidas producen cambios que luego se tornan irreversibles: el retorno del exnovio será temporal por lo que ya no hay esperanzas para retomar el pasado. Y ese es el gran acierto de la película al exponer todas las caras de una migración y sus efectos. Cada uno deberá buscar la manera en que podrá aliviar su situación.
La negación del afecto 
Arash Marandi y Luis Alberti
         La cinta es impecable porque logra cerrar todos los círculos posibles: Ramin buscando la satisfacción amorosa con la necesidad de adaptación (comienza a aprender español; a pesar de darse cuenta de que ha vuelto el barco en el cual llegó a México, no se lanza nuevamente a la aventura; finalmente decide encauzar su sexualidad). Guillermo reprimiendo su posibilidad de afecto porque ya tiene trazada la meta (rechaza la alternativa amorosa de Ramin por dos ocasiones antes de marchar). Lety simplemente toma lo que le trae la vida. No es gratuito que responda a Ramin, cuando éste le pregunta sobre una foto de sus antepasados que tiene sobre una pared, que su bisabuelo libanés llegó a México y formó una familia. La cinta habla sobre migración, la obligación de crear nuevas raíces, la transformación continua que ha tenido el mundo pero que ahora se siente más, la necesidad de vencer a la melancolía y la adaptación al cambio continuo porque no queda más que seguir adelante. 
Imposible retomar el pasado
Flor Edwarda Gurrola