martes, 22 de marzo de 2022

UNA LARGA PERSECUCIÓN

 

AMBULANCIA
(Ambulance)
2022. Dir. Michael Bay.

         Los hermanos, por adopción, Danny (Jake Gyllenhaal) y Will (Yahya Abdul-Mateen II) se asocian para realizar el robo de 32 millones de dólares en un banco federal. Will había acudido con su hermano para pedirle dinero ya que su esposa necesitaba una operación. A pesar de su resistencia a cometer un crimen (Will había sido marino y tenía principios arraigados, pero su esposa era prioritaria), ambos se involucran en un robo que sale mal y que los lleva a secuestrar una ambulancia con un policía herido y una paramédica, Cam (Eiza González), dando lugar a una persecución implacable y constante. Todo sucede en un día: un laaargo día.

         Nueva lectura de una película danesa de 2005 (Ambulancen, Munch-Petersen, que puede encontrarse en algunas plataformas) que ha sido inflada al estilo Hollywood, utilizando como línea argumental al par de hermanos y el robo de la ambulancia. Para imprimirle el tono negativo al personaje de Danny, se le identifica como ladrón de 38 bancos, algo que heredó de su padre. Al contrario, el personaje de Will, hombre de color, abandonó a la familia cuando se dio cuenta de que no era el camino que buscaba seguir, por lo que se enroló en la Marina, para defender su sentido del honor. A pesar de sus diferencias, los hermanos se quieren: hay secuencias donde se les muestra cuando eran niños y jugaban, estableciendo sus lazos de unión. Igualmente, se introduce al personaje de la paramédica Cam, bastante estoica, para quien su trabajo es rutinario: hay que realizarlo, tratar de salvar vidas y olvidar a los pacientes. Durante el día en que su persona se transforma de heroína a víctima y viceversa, aprenderá que la compasión es más importante que la negación de los sentimientos.

         Al ser una película de Michael Bay, uno debe de esperar el exceso tanto visual como argumental como explosivo. Tan fácil como recordar la casi apocalíptica Armageddon, la serie de Transformers, pero, sobre todo, Pearl Harbor, tan fallida en su intento por crear héroes donde hubo masacre y fue una gran pérdida para los Estados Unidos. Así como dicha película era larga (¡3 horas!) y se dedicaba a buscar formas de contar más positivas y enaltecedoras para el espectador norteamericano, en este caso, la trama se centra en una persecución donde los que siempre pierden son los automóviles policiacos, los hermanos se la pasan discutiendo, haciendo las paces, gritándose, atacándose y reconciliándose. Lo que en la cinta original era un secuestro de ambulancia donde, sorpresivamente, iban una enfermera y un anciano enfermo del corazón que requería atención inmediata, aparte de la larga trayectoria en el vehículo, y que duraba 80 minutos, ahora se ha transpuesto de manera desbordante, con más de dos horas repetitivas.

         Una fotografía espléndida, casi en constante movimiento, sobre ciudad, subiendo y bajando fachadas de rascacielos, además de registrar la persecución, aparte de una sorprendente actuación de Eiza González, contenida y expresiva, aparte de la siempre interesante presencia de Gyllenhaal, no logran, como pasó con Batman (Reeves, 2022), que el espectador se mantenga atento todo el tiempo: es el exceso, las convenciones del cine de acción, los efectos especiales, las destrucciones, que en vez de alentar, dejan de lado al espectador; en lugar de una empatía constante, los personajes se desdibujan a momentos; a cambio de una historia que quiso ser de afecto fraternal y amor a la familia, que quiso conmover y ofrecer el retrato de dos seres separados por la razón y la moral, se ofrece otro conjunto de sinsentidos, recargado, desmedido hasta el cansancio.

 El director Michael Bay y su actor, Jake Gyllenhaal



          

miércoles, 16 de marzo de 2022

LA INSATISFACCIÓN

 

LA PEOR PERSONA DEL MUNDO
(Värdlens värsta människa)
2021. Dir. Joachim Trier.

         Julie (Renate Reinsve) es una joven estudiante de medicina, carrera difícil que mostrará los resultados de sus buenos esfuerzos. Sin embargo, se da cuenta de que le interesa el alma y no el cuerpo, por lo que se cambia a psicología. Más adelante, piensa que le atrapa lo visual, por lo que decide dedicarse a la fotografía, y utiliza sus recursos de estudiante para comprarse cámaras, además de emplearse en una librería de manera temporal. A lo largo de unos cuantos años, tendrá dos relaciones de cierta permanencia con sendos hombres muy distintos: uno de ellos, caricaturista de fama, crítico e intelectual. El otro, mesero en una cafetería de lujo. Julie vivirá dos tonos muy distintos de vida, gracias a ellos, aunque siempre bajo el sentido del cambio, de la indefinición en lo que desea para su vida, reflejando una actitud recurrente en la generación del milenio. Durante los hechos, cumplirá 30 años, no querrá ser madre, escribirá un artículo que causa discusión por las redes sociales, pasará de la pretensión intelectual hacia lo terrenal absoluto.

         Narrada en 12 capítulos, con prólogo y epílogo, el realizador noruego toma el formato que Godard propusiera en 1962 con su espléndida Vivir su vida (Vivre sa vie), sin los añadidos de inicio y final, para hablar de una mujer que solamente vive para el presente, sin planes ni proyectos definidos, hasta que la realidad la coloca en su lugar. En la cinta de Godard, mitad de siglo XX, la mujer no contaba con mayores salidas que caer víctima de la sociedad que la rodeaba (y caía en la prostitución), ante la falta de oportunidades y el esquema tradicional para el desarrollo personal. Ahora Trier nos ofrece otra radiografía de nuestro tiempo: la sexualidad no resulta ofensiva ni amenazante, además de que la búsqueda de alternativas se ha diversificado (en ambos casos se está en sociedades de primer mundo).

         El prólogo establece esas variaciones que acompañan a la decisión de carrera de vida y los cambios de profesiones con amantes. Los siguientes capítulos irán mostrando su vida en pareja y cómo las relaciones van modificando su manera de ver la realidad. Trier no se preocupa en mostrar intenciones ni explicar lo cotidiano. Se va describiendo el día a día de una mujer que se ha sentido abandonada por el padre, por lo que toma como referencia a sus antepasadas para autodefinirse: en una secuencia habla de los cambios de la situación femenina entre su madre, abuela, bisabuela y más. El acercamiento con su pareja intelectual la mueve a escribir un artículo sobre su postura feminista ante el sexo y su relación con el hombre terrenal la lleva a explotar contra la superficialidad que le caracteriza.

         Otra secuencia la muestra corriendo ante una humanidad que se ha congelado (todas las personas permanecen estáticas por las calles, mientras ella corre en busca de su nuevo objeto de pasión) porque solamente es ella y su amado contra el mundo. Una siguiente escena fantástica muestra sus alucinaciones luego de drogarse con hongos donde el personaje principal es el padre que no le ha mostrado un afecto deseado: jamás se explica, solamente se sugiere, que esa falta de atención fue importante para el desarrollo de Julie. Y en uno de los capítulos, donde conoce a los amigos del caricaturista, deja claro que no le atrae ser madre, porque no podría brindar amor a sus hijos (hecho que se conectará más adelante con su revisión de madre y abuelas, ya mencionada).

         Éxito inesperado, que le valió a la actriz la Palma de Oro en Cannes, la cinta ha llegado a ser nominada dentro de la plana internacional de los Óscares, así como su guion. Aunque en general resulta ser una simple relación de hechos en la vida de una mujer indefinida, viñetas de lo cotidiano en un mundo tecnológico y contemporáneo, tal vez esa sea la cualidad que ha atrapado a los espectadores. Ante esa vida cambiante, sin deseos de futuro, viviendo el día a día para ver si llega algún hecho significante que le dé sentido a la existencia, tenemos un reflejo del siglo XXI tan disperso, ilógico, superficial, que paradójicamente, permite una identificación.

Renate Reinsve con Joachim Trier en el Festival de Cannes 2021



jueves, 10 de marzo de 2022

ESCAPE SIN SALIDA

CONTAGIO ZERO
(Hall)
2020. Dir. Francesco Giannini.

         El matrimonio de Val y Brenden tiene problemas. Junto con su niña, Kelly, llega a un hotel donde también se encuentra Naomi, una turista japonesa, embarazada. Nos enteramos de que ambas se mueven con la misma intención: Val desea escapar de una relación que la ata con un hombre violento, sarcástico y abusivo. Naomi lo ha hecho, liberándose de costumbres y apariencias: prefiere estar sola, a pesar del discurso convencional de su propia madre. Sin embargo, no cuentan con el hecho de que se ha desatado una epidemia, una plaga que afecta a las personas y las paraliza antes de morir.

         Una producción canadiense, filmada en plena pandemia, quizás sin imaginarse los efectos de la misma,  desde el momento de su preparación. La trama adquiere otro sentido metafórico de cárcel, prisión, atrapamiento, al relacionarla con la pareja dañina de la cual se busca escapar para encontrar otro horizonte. En este caso, la salida queda en duda, sin rumbo seguro ni fijo. De la prisión a la condena mortal. En algún momento, Brenden pide perdón y promete cambiar; en otro, gracias a una imaginativa narración, Naomi escucha las palabras de su madre mientras intenta salir de su situación, arrastrándose por el pasillo del hotel, presa de las consecuencias del virus presente.

         Apenas 80 minutos de duración que se sostienen debido al suspenso; a pesar de su claustrofóbica narración: cuartos de hotel o el pasillo que los une; aún contra una explicación no necesaria en los créditos finales, Contagio Zero se aleja de los cánones preestablecidos del género de horror para hablarnos de la desesperanza en una crisis sanitaria. La imaginación del argumentista-director Giannini permite ir creando una atmósfera: por un lado la metáfora de la disfuncionalidad de la pareja; por otro, la manipulación política por medio de lo que sería una conspiración bacteriológica. La cinta no será del agrado de quienes buscan terror con efectos especiales ni para quienes deseen las grandes secuencias de persecución y muerte. Estamos ante una cinta que sensibiliza la percepción de un mundo degradado, tendiente a la destrucción, de manera intimista.

El realizador Francesco Giannini



miércoles, 9 de marzo de 2022

TIEMPO PARA IRSE

LUZ NEGRA
(Blacklight)
2021. Dir. Mark Williams.

  Travis Block (Liam Neeson) es un agente encubierto que trabaja informalmente para el FBI gracias al apoyo del director de la agencia, Robinson (Aidan Quinn). Al inicio de la cinta, la activista Sofía es asesinada en lo que parece ser un accidente de tránsito. Su novio, Dusty (Taylor John Smith), también agente encubierto, se da cuenta de que todo es culpa del propio FBI que es responsable de que se estén eliminando a civiles que no son bien vistos por el gobierno, para “salvaguardar” a la democracia, por lo que desea denunciar la verdad. Black siempre ha protegido a Dusty, por lo que le parece sospechoso que su conducta haya cambiado radicalmente. Cuando Block vive en carne propia la desaparición de su hija y nieta, decide tomar cartas en el asunto.

         Nuevo ingreso de Neeson en el género de acción y venganza como ha insistido en los últimos años, ahora estamos ante una variación sobre mismos temas: el elemento de familia desaparecida como impulso de acción y toma de decisiones por el agente Block, aunque ya no sea el eje del argumento: el alejamiento de su familia, los pecados de omisión, ahora desea remediarlos, mientras haya vida. En esta ocasión, tenemos el lado oscuro, la “luz negra” de las instituciones fundamentales que, de pronto, se tornan, debido al oportunismo y la obsesión personal, en enemigos del bien común. El héroe no está alejado de culpas: un pacto juvenil le llevó por un rumbo que jamás hubiera imaginado en su vida. De la misma manera, su contraparte, bajo un sentido equivocado del significado de rectitud, actúa ambiguamente, a su favor.

         Cinta rechazada universalmente por repetitiva: visión superficial y gratuita que, por comodidad, se toma como salida fácil para quienes solamente desean metáforas trascendentales, estamos ante un buen cine de acción (hay dos persecuciones perfectamente orquestadas; una secuencia de defensa personal tiene inventiva) con elenco carismático (tanto Neeson como Quinn representan a los hombres bellos del pasado en Hollywood y muestran esa cualidad inmanente en la vejez). No es casualidad que Neeson vuelva a trabajar con el realizador que el año pasado nos ofrecieron “Venganza implacable (Honest Thief, 2020)”, otro ejemplo de la ruptura y crisis de la honestidad en el mundo, ante la figura del ladrón que, por deseos de redimirse, empieza a hundirse más en el lodo por causas ajenas a sí mismo. Ojalá se anime a disfrutarla, aunque tal vez prefiera irse por la complaciente, arrítimica y artificiosa “Belfast”, nominada al Óscar (¡por supuesto!), con la cual prefiero no perder tiempo, o tal vez perderse en el exceso de “Batman”: respetables decisiones.

El productor-director Mark Williams con el genial Neeson



martes, 8 de marzo de 2022

EXCESO

BATMAN
(The Batman)
2022. Dir. Matt Reeves.

         Ciudad Gótica se encuentra sobrepasada por el crimen y la violencia. El mismo Batman piensa que todo se ha desbordado y debe de estar alerta. Pronto habrá elecciones y uno de los candidatos es muerto de manera cruel y desalmada. Su asesino deja vídeos o tarjetas con acertijos dirigidos al personaje enmascarado. Así, empieza una serie de crímenes donde las víctimas pertenecen a las autoridades locales, todas acusadas como corruptas. La principal demanda es que todo ha sido mentira desde que Thomas Wayne (el padre del millonario Bruce) pensó en la reconstrucción de la ciudad. Así, Batman tendrá que sumergirse en la investigación de los hechos, la búsqueda del criminal, pero, sobre todo, ya que se ha involucrado a su padre, conocer la verdad. En este relanzamiento del personaje de DC, se ha optado por el género del cine negro, del mundo sombrío y oscuro donde suceden perversiones y hay malas intenciones.

         Lejos del esquema de otras versiones previas, este Batman se decide por una atmósfera adecuada para el público contemporáneo, acotado por los hechos cotidianos. Ciudad Gótica se convierte en alegoría de esperanza y, dado el tiempo en que fue filmada, la cinta posee un discurso contra la realidad de una etapa política. La corrupción plagada por las mentiras se denuncia y Bruce Wayne – Batman irá sufriendo el descubrimiento de acciones jamás imaginadas. Los personajes de Gatúbela, el Pingüino y Acertijo serán meros accesorios para demostrar que nada está en blanco y negro, sino que siempre hay fallas, acuerdos, conveniencias personales que afectan a sus personajes. De esta manera, la historieta se transforma: ya no es el típico y aleccionador cuento moral donde el bien sale triunfante y limpio. Las redes sociales multiplican la confusión y crean la rebeldía y el caos. Cambia el tono de intriga y serenidad hacia la acción y las secuencias obligadas de persecuciones. Todo se alarga hasta tres horas que bien pudieron evitar el exceso que también se transforma, pero en tedio. 



miércoles, 2 de marzo de 2022

MUCHO AMOR

ADIÓS, IDIOTAS
(Adieu les cons)
2020. Dir. Albert Dupontel.

         Suze (Virginie Efira) se entera de que, a sus 43 años, está condenada a morir por una enfermedad terminal. Entonces decide buscar al hijo que sus padres dieron en adopción cuando ella era adolescente y quedó embarazada por alguien que se fue. El mismo día en que va a la oficina de gobierno que podría darle información, el experto en computación JB (Albert Dupontel) es despedido. Ante la humillación, decide suicidarse sin imaginar que su acto fallido afectará con destrucción a toda la oficina en que se encontraba Suze, convirtiéndolo en terrorista. JB sobrevive, Suze se apodera de la computadora donde el hombre había grabado su mensaje suicida, y lo chantajea para que le ayude a encontrar a su hijo: entonces, le devolverá la prueba de su inocencia. Lo que parece el inicio de una comedia plena de absurdos, deviene en retrato de una relación que aparece en el peor (y el mejor) de los momentos.

         Dupontel, actor de cintas serias (Irreversible, París, entre muchas otras), además de director de películas que se salen de su género para transformarse en tratados sobre las relaciones humanas, partiendo de absurdos, coincidencias o casualidades, que parecen pretextos efectistas y que, sin embargo, llegan a consecuencias sublimes (9 meses de ¡condena!, Nos vemos en el paraíso), ahora parte de una trama manida (la búsqueda del bebé perdido) y en el camino va creando las raíces de una relación que podría ser magnífica, pero que no tendrá mayor oportunidad de crecer, por lo que su consecuencia será una especie de entrega. Suze, la quinceañera que se ilusionó con el joven equivocado quiere, al menos, saber si su hijo llegó a ser un buen hombre. JB solamente desea mostrar su inocencia. Las razones de cada uno irán adquiriendo otros matices gracias a su cercanía.

         La película está dedicada a Terry Jones (del grupo Monty Python) y, en un pequeño rol incidental como locutor de un comercial, aparece Terry Gilliam. Sin decirlo, sin ser obvio, Dupontel ofrece un homenaje a Brasil que Gilliam dirigió en 1985. En esa cinta, un hombre era acusado de terrorista por cuestiones amorosas: aquí tenemos otro caso indirecto donde el amor será efecto y no causa. De ahí, podremos entender que la trama nos ofrezca casos absurdos (la manera en que JB querrá suicidarse o un personaje ciego, encargado de un archivo, que se tornará en cómplice y apoyo de la pareja) o situaciones improbables pero no imposibles (un médico con Alzheimer, una esposa que traduce su letra, una pareja que consumará su amor gracias a la tecnología). Todos estos comentarios sin mayor explicación sirven para compartir un tono que se mueve entre la amargura de la muerte y la delicia del amor que lleva al espectador, aunque parezca lugar común, por una incesante y variada gama de emociones.

         Virginie Efira, a quien se acaba de ver como la sensual e hipócrita monja Benedetta (Verhoeven, 2021), muestra su capacidad camaleónica. Dupontel es ya un viejo lobo en el mar del cine francés que sabe manejar a sus espectadores como resultado de la experiencia. Un magnífico reparto que embona en todas sus partes. La cinta fue nominada en doce categorías del premio César a lo mejor del cine francés y quedó como mejor película. Fue nominada como cinta europea en la reciente entrega del Goya. Estuvo en el Tour de Cine Francés y ahora llega para deslumbrar a quienes no tuvieron la oportunidad en su momento. Una mirada diáfana hacia las bondades de la existencia, aunque sea en el límite extremo de la misma. Además de sonreír, se tiene la opción de quedar conmovido: mucho amor.

El realizador Albert Dupontel