martes, 31 de diciembre de 2019

RESUMEN 2019


LO BUENO DEL CINE 2019
(y lo malo del cine nacional)
(Selección limitada)

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Cuando uno hace listas comete muchas injusticias porque ya es prácticamente imposible ver toda la producción nacional e internacional que llega a nosotros. Los servicios de streaming te enloquecen porque son tantas opciones que terminas viendo lo que te recomiendan las revistas especializadas o los (ya pocos) críticos conocedores y confiables cuyas sensibilidades estéticas son compatibles con las tuyas ya que sus comentarios empatan con la referencia y el sentido común, aparte del entendimiento, como lo alababa Sor Juana. 


Las carteleras comerciales siempre son restringidas y en ocasiones abundan las opciones que no dejan más remedio que esperar (todavía porque ya van cayendo en desuso general) al Blu-Ray o que aparezcan por esos servicios mencionados. La oferta de la Cineteca Nuevo León es admirable en cuanto a los ciclos que importa de la Cineteca Nacional o que llegan por medio de embajadas pero en muchas ocasiones sus horarios no son accesibles y siempre está presente el problema reciente de vialidades o de distancias. 


En fin, aquí les comparto una selección personal de lo que considero bueno del año que termina (y no lo mejor ni lo peor porque muchos títulos no están que alcanzan esos adjetivos). No pongo lo malo del cine internacional porque no vale la pena perder tiempo ni espacio. El cine nacional sí lo merece porque es, en general malo, con excepciones notables, algo que duele mucho porque es cercano a nosotros y por eso se debe señalar.


Como todo, habrá quienes estén de acuerdo o desacuerdo: es natural. El cine es mejor que la vida, como tituló Emilio García Riera a uno de sus libros, y usualmente, la vida tiene muchos enfoques para cada uno de nosotros: a unos no les importa, otros aceptan lo que les llega, y para muchos es tesoro invaluable que apasiona. Esto último es lo que me sucede con el cine porque ha hecho mejor a mi vida.

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1-LO BUENO DEL AÑO – CINE NACIONAL


v SOLTERAS – Luis Javier Henaine

El matrimonio como fin último de la mujer se convierte en el objetivo y, luego, en el antídoto para Ana (una extraordinaria Cassandra Ciangherotti) quien descubre su propio valor interno. Ejemplo de lo que deberían ser las comedietas insulsas, taquilleras e inmediatamente desechables que pueblan a nuestro cine contemporáneo.


v LAS NIÑAS BIEN – Alejandra Márquez Abella

Imagen de la sociedad que entró en decadencia debido a los cambios económicos lopezportillistas, que convirtieron a los ricos arribistas en nuevos pobres con ínfulas. Comentario acerca del oropel que se destruye de inmediato. Denuncia de la veleidad de la existencia.


v LUCIÉRNAGAS -Bani Khoshnoudi.


     Es acerca de migración, cambio, adaptación, resignación. Un joven iraní que ha escapado de su país, debido a su orientación homosexual, ha llegado accidentalmente a Veracruz. Entre su nostalgia personal, la necesidad de afecto, la imposibilidad del retorno, se va desarrollando una trama entrañable: no se puede volver atrás, menos en este mundo actual que nos obliga a estar en movimiento...


v EL OMBLIGO DE GUIE’DANI – Xavi Sala

En las antípodas de “Roma” porque se habla del servicio doméstico pero sin nostalgia ni entendimiento. La jovencita del título es una india zapoteca que va junto con su madre a trabajar con una familia clase media alta en Ciudad de México para darse cuenta de su condición, rebelarse a su manera como venganza temporal porque al final, no hay otra salida que someterse, mezclarse, disfrazar su identidad.


v LA CAMARISTA – Lila Avilés

Retrato de otro tipo de servidumbre cuya aspiración de progreso está restringida a sus limitaciones personales. Por más que Eve trate de mejorarse y haga su mejor esfuerzo, sus circunstancias familiares y su medio ambiente serán obstáculos. 


v SONORA – Alejandro Springall


     La cinta nos habla sobre una época de racismo y persecución en la frontera norte, durante 1931. Para estos tiempos, queda perfecta la similitud con lo que ocurre nuevamente entre la presidencia norteamericana, su relación con nuestro país, además de la xenofobia mundial contra refugiados o inmigrantes, aparte de narrarla dentro de circunstancias extremas (el desierto que agobia, las carreteras inexistentes, los odios entre el “progreso revolucionario” y la civilización derrotada ya que México se presenta como época de caos político, como pasa en nuestro tiempo).





2-LO MALO DEL AÑO – CINE NACIONAL


         Películas autocomplacientes, sin ningún estilo personal, con el afán de producir una dudosa comicidad o “preocupación social” que satisface al momento sin dejar huella alguna, ni siquiera una crítica a las actitudes cotidianas ni a la realidad nacional. Lo más paradójico pero significativo es que la peor cinta del año fue también la más taquillera.

Ø NO MANCHES FRIDA 2 – Nacho V. Velilla

Ø TOD@S CAEN – Ariel Winograf

Ø PLACA DE ACERO – Abe Rosenberg

Ø MIRREYES CONTRA GODÍNEZ – Chava Cartas

Ø GUADALUPE REYES – Salvador Espinosa

Ø MENTADA DE PADRE – Fernando Rovzar y Mark Alazraki

Ø BELZEBUTH – Emilio Portes

Ø LOCO FIN DE SEMANA – Krysztof Raczinski

Ø COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ – Mauricio T. Valle

Ø LA BODA DE MI MEJOR AMIGO – Celso R. García

Ø EL COMPLOT MONGOL – Sebastián del Amo

Ø CHICUAROTES – Gael García Bernal

Ø POLVO – José María Yázpik

Ø TODAS LAS PELÍCULAS DEL “TUR DE CINE MEXICANO 2019” que debió llamarse “PEOR DEL CINE MEXICANO 2019”



3-LO BUENO DEL AÑO – CINE NORTEAMERICANO

         Cine de madurez que resume el interés de una expresión personal. Cine realizado con el dominio que ha dado el tiempo como los músicos que juegan con sus instrumentos para producir solamente obras excelsas.

v LA MULA – Clint Eastwood.

El heroísmo visto a la luz del siglo XXI.

v DOLOR Y GLORIA – Pedro Almodóvar

La manera en que las experiencias de la vida dieron formal artista.

v UN DÍA LLUVIOSO EN NUEVA YORK – Woody Allen

El amor hacia una ciudad, su música, los personajes que a pesar de sus peculiaridades pueden extrapolarse a la identificación universal.

v EL IRLANDÉS – Martin Scorsese

Obra madura de un maestro que domina el lenguaje del cine; resumen de sus obsesiones sobre el tema del hampa.

         Cine que muestra las tendencias temáticas de nuestro tiempo. A pesar de irse al pasado, se tiene un vívido reflejo del presente. En todos los casos hay necesidad de mantener el eterno juego moral, sobre todo por la terrible corrupción y perversión que nos rodea.

v ÉRASE UNA VEZ EN HOLLYWOOD – Quentin Tarantino

v LA VIUDA -Neil Jordan

v SPIDER-MAN: LEJOS DE CASA – Jon Watts

v ¿PODRÁS PERDONARME? – Marielle Heller

v GUASÓN – Todd Phillips

v CONTRA LO IMPOSIBLE – James Magold

v CATS – Tom Hooper

v TERMINATOR: DESTINO OCULTO – Tim Miller

v EL JILGUERO – John Crowley

v EL MISTERIO DE SILVER LAKE – David Robert Mitchell



4-LO BUENO DEL AÑO – CINE INTERNACIONAL

         Cada película permite explorarnos como personas, independientemente de que sea otra idiosincrasia.

v UN ASUNTO DE FAMILIA – Hirokazu Koreeda (Japón)

v PARÁSITOS – Bong Joon-ho (Corea del Sur)

v HIGH LIFE – Claire Denis (Francia – Inglaterra)

v LARGO VIAJE HACIA LA NOCHE – Bi Gan (China - Francia)

v DOBLE VIDA – Olivier Assayas (Francia)

v LAS HEREDERAS – Marcelo Martinessi (Paraguay)

v VARDA POR AGNÈS – Agnés Varda (Francia)

v EL ÁNGEL – Luis Ortega (Argentina)

v EL PERAL SILVESTRE – Nuri Bilge Ceylan (Turquía)

v LA DAGA EN EL CORAZÓN – Yann González (Francia – México)

v BURNING – Lee Chang-dong (Corea del Sur – Japón)

v WILD ROSE: SIGUE TU PROPIA CANCIÓN – Tom Harper (Gran Bretaña)

v POR LA GRACIA DE DIOS – Francois Ozon (Francia – Bélgica)

v CICLO DE YASUZO MASUMURA EN LA CINETECA NUEVO LEÓN (entre otros).






sábado, 14 de diciembre de 2019

UNA TRANSFORMACIÓN LIGERA


ESTO NO ES BERLÍN
2018. Dir. Hari Sama.
         Encontramos a Carlos (Xabiani Ponce de León) y Gera (José Antonio Toledano) en medio de una batalla campal contra rivales de otra escuela. Luego nos enteramos que son vecinos y mejores amigos en Ciudad Satélite, la colonia donde viven. Ambos, jóvenes de 17 años, comparten secretos: Gera toma a escondidas ejemplares de la colección de la revista Hustler que guarda su padre en la biblioteca para luego rentarlas a 2500 pesos (son los tiempos de la gran inflación mexicana) a sus compañeros adolescentes. Carlos admira a Rita (Ximena Romo), la hermana de Gera quien canta en un grupo de rock punk y es novia de su guitarrista. Gracias a que Carlos es muy hábil con mecánica y la compostura de equipos electrónicos, logra reparar un teclado del grupo. Como recompensa, Rita y su novio los invitan a que los escuchen tocar en un antro llamado “El Azteca” donde los dos muchachos descubrirán otro mundo que les abre los ojos a la sexualidad, a la libertad completa, a todo un sistema opuesto al que han vivido en sus hogares. Gracias a ello, aunque de diferente manera, se transformarán, pondrán en tela de juicio su amistad, explorarán el sexo y las drogas para irse asentando en sus personalidades e identidades.
         El cuarto largometraje de Hari Sama (quien bajo el nombre de Carlos Sama dirigió Sin ton ni Sonia en 2004, una mediocre comedia que aprovechó el boom de popularidad que a principios de siglo XXI experimentó el cine mexicano) es un relato con tintes autobiográficos, según declara el director, para hablar de lo que fue una etapa en la sociedad mexicana: la acción ocurre en 1986, en vísperas del Mundial de Futbol, cuando la escena artística se iba desarrollando entre performances y conceptos que copiaban, con resultados menores, a lo que estaba sucediendo en Europa. La música juvenil implicaba el rock duro y la rebeldía consistía en negar la figura familiar y pugnar por la libertad sexual. Lo que logra Sama en esta cinta es mostrar la transformación física y emocional de sus protagonistas. Carlos, de vestimenta formal y cabellos largos, evoluciona al rapado lateral, a la participación en performances callejeros al desnudo, a la admiración por uno de los gurúes, pretencioso, que en el antro domina la atención (y desea seducirlo), además de llegar a su iniciación sexual con una de las jóvenes que también lo introduce en la droga. Aparte se alejará de su amigo, por lo que Gera podrá definirse sexualmente, pero llegará a un extremo casi fatal por su inocencia y decepción.
         Sama solamente sugiere, sin profundizar, en el estatus de los padres de los muchachos. La madre de Carlos vive evadiéndose, siempre melancólica y durmiendo. Los padres de Gera y Rita no están al tanto de sus realidades y se ocupan de ellos cuando existe algún motivo para regaño o castigo. Carlos se apoya en un tío liberal que viene a sustituir al padre ausente (este rol lo interpreta el propio director). No obstante, el factor familiar permanece de manera lateral. 
         Para Gera será la supervivencia y para Carlos, el retorno a la vida anterior: no queda claro si hay una resignificación en sus vidas, a no ser por la experiencia de sexo y droga. La cinta se torna, entonces, en el retrato de una transformación personal que trae el aprendizaje de otros aspectos de vida: algo queda trunco, falta la conexión y el sentido trascendente de estos momentos.


DEPREDADOR


POR LA GRACIA DE DIOS
(Grâce à Dieu)
2018. Dir. François Ozon.
         Alexandre (Melvil Poupaud) se entera que el sacerdote Preynat (Bernard Verley) que abusó de él cuando era pequeño, se encuentra todavía en funciones y ha vuelto a la ciudad, atendiendo a niños. Decide presentar su denuncia al Arzobispo de Lyon, donde vive, para lograr su destitución. Se le concede una entrevista con su atacante donde acepta abiertamente que cometió dichos actos pero que todo se debe a una enfermedad y merece comprensión. Alexandre no se detiene ante la respuesta que le da la iglesia y busca a otras víctimas. François (Denis Ménochet) se entera por su madre sobre lo que está denunciando Alexandre y trata de empujarlo a que denuncie su propia experiencia negativa con el mismo sacerdote. Primero reacio a hacerlo, luego se entrega apasionadamente a dicha encomienda.  Emmanuel (Swann Arlaud) es un obrero cuya madre le muestra unos recortes de periódico y al leerlo, entra en convulsiones. Fue otra víctima. Las mismas circunstancias hacen que los tres hombres se conozcan, vayan logrando más denuncias y hasta creen una asociación (“La palabra liberada”) para lograr justicia. La cinta está estructurada en tres tiempos consecutivos que corresponden a cada personaje para luego irlos uniendo.
Melvil Poupaud
         El tema de la denuncia contra la pederastia dentro de la iglesia católica es asunto que adquirió mayor fuerza en este siglo. Marcial Maciel, quien fuera protegido por la Santa Sede, o el caso de Boston, dado a conocer en la oscareada En primera plana (McCarthy, 2016), son algunos de muchos casos. El cambio de mentalidades, la pérdida de fuerza y fieles dentro del propio catolicismo, además del cambio en los significados de respeto y obediencia dieron lugar a que los infiernos personales de víctimas del abuso, que databan de muchísimas décadas atrás, tuvieran el valor de señalarlo con el dedo. En este caso, lo más interesante es que la cinta no acusa a la iglesia por sí misma, sino a los hombres, a los sacerdotes que abusan de su poder y jerarquía sobre pequeños inocentes para depredarlos, pero va más allá, en cuanto a la acusación contra la protección que ciertas altas autoridades eclesiásticas conceden a sus subordinados (algo que sutilmente toca Los dos Papas, la cinta que pronto estrenará Netflix en pantallas): finalmente, no es Cristo ni la filosofía católica la que está en juego: son los seres humanos enfermos.
Denis Menochet (primero a la izquierda)
         La cinta establece desde el inicio que es una obra de ficción aunque está inspirada en hechos reales. Tanto Preynat como el Cardenal Barbarin son personas de la vida real y la Asociación existe. Lo que Ozon nos brinda como ficción son tres casos de hombres diversos y la manera en cómo reaccionan ante la liberación de un dolor y una vergüenza sostenidas y calladas por años. Lo excepcional de la cinta es la descripción de tres caracteres muy distintos: Alexandre es un hombre serio, de posición acomodada, casado con cinco hijos que vienen a ser el motor de sus acciones: hay que proteger a los niños que no han sufrido acosos. François es clase media, casado, que ha reprimido su ira hasta el momento en que se convence de la necesidad de liberarla y transformarla en acción exacerbada, al grado de proponer medidas que suenan audaces para luchar contra el enemigo. Emmanuel viene a ser el más débil, con recursos escasos, afectado físicamente por estos hechos del pasado. Cada uno de ellos, además, sufre por las reacciones que tuvieron sus padres cuando se enteraron, en su momento, de lo que estaba sucediendo. Los padres de Alexandre, católicos conservadores, reprueban que se lance contra algo que sucedió mucho tiempo atrás. François mantiene rencores contra su hermano, por haberlo sabido sin protegerlo, además de los padres que no siguieron adelante con sus acciones, a pesar de haberse indignado y guardado algunas evidencias. Emmanuel posee ese mismo sentimiento, pero es quien ha salido peor librado tanto por las consecuencias físicas y en su salud, además de relaciones tormentosas con su pareja. 
Swann Arlaud
         El reparto es impecable. Los tres actores que interpretan a los personajes principales, contrastantes y disímbolos, pertenecen a la tradición del mejor cine francés contemporáneo. Un ochentón Bernard Verley, el siniestro y cínico padre Preynat, nos trae recuerdos de sus interpretaciones más amables, cuando joven, en El amor por la tarde (Rohmer, 1972) o del Jesús que se quiere rasurar la barba en la extraordinaria y cincuentenaria película de Luis Buñuel La vía láctea (1969), entre muchas otras memorables. François Ozon es un realizador versátil. Sus últimas cintas nos han llegado, por fortuna, a las pantallas, donde trata usualmente el tema de las apariencias: lo que a primera vista parece normal, natural, en realidad tiene un trasfondo inesperado. Así como hay todo un ensueño detrás de los falsos hermanos gemelos en Doble amante, amante doble o una mentira en la inexistente relación amistosa de Frantz o una mujer dentro del hombre que se traviste en Una nueva amiga, por mencionar sus títulos más recientes, aquí tenemos la rectitud, la honestidad, la errónea interpretación de que los niños se acerquen al Señor, como disfraz de toda una serie de perversiones.
El maestro Ozon

jueves, 12 de diciembre de 2019

NUNCA MIRAR ATRÁS


LUCIÉRNAGAS
2018. Dir. Bani Khoshnoudi.
         Ramin (Arash Marandi) es un joven iraní que llegó por error a Veracruz al tomar un barco mercante equivocado, por escapar de su país. Trabaja en lo que se le presenta: primero lo vemos colectando piñas, luego en la construcción. Vive en un hotel manejado por Lety (Flor Edwarda Gurrola) y busca la manera de retornar hacia Grecia o Turquía pero no ha reunido el dinero suficiente. Por sencillas pistas se va sugiriendo que es homosexual: mira con melancolía la foto de un joven con el cual después se le encontrará comunicando por medio de computadora. El muchacho le comenta que la ha pasado muy mal y que no debería pensar en retornar. En otro de sus trabajos conoce a Guillermo (Luis Alberti), un joven centroamericano, igualmente migrante, quien le comparte que su meta es llegar hasta Canadá. Por su lado, Lety piensa en su exnovio, hermano de una de sus amigas, quien de repente, tres años atrás, la abandonó sin mayor explicación para irse a los Estados Unidos. Ahora, se ha enterado que acaba de regresar.
Arash Marandi
         Discreta, con una narración eficaz que mueve a sus personajes todo el tiempo, con un reparto tan justo como solvente, la película nos sumerge en la soledad y en la melancolía propias del exilio. Ramin se encuentra por accidente en México mientras que Guillermo está de paso: Veracruz es solamente una parada en el camino. Mientras que Ramin desea volver al origen para reencontrar al amado, Guillermo expresa que nunca se debe mirar atrás y siempre seguir adelante. Lety viene a mostrar el otro ángulo: los que se quedan pero que también deben aceptar nuevas realidades. La realizadora Khoshnoudi, también guionista, la utiliza como ejemplo de que las partidas producen cambios que luego se tornan irreversibles: el retorno del exnovio será temporal por lo que ya no hay esperanzas para retomar el pasado. Y ese es el gran acierto de la película al exponer todas las caras de una migración y sus efectos. Cada uno deberá buscar la manera en que podrá aliviar su situación.
La negación del afecto 
Arash Marandi y Luis Alberti
         La cinta es impecable porque logra cerrar todos los círculos posibles: Ramin buscando la satisfacción amorosa con la necesidad de adaptación (comienza a aprender español; a pesar de darse cuenta de que ha vuelto el barco en el cual llegó a México, no se lanza nuevamente a la aventura; finalmente decide encauzar su sexualidad). Guillermo reprimiendo su posibilidad de afecto porque ya tiene trazada la meta (rechaza la alternativa amorosa de Ramin por dos ocasiones antes de marchar). Lety simplemente toma lo que le trae la vida. No es gratuito que responda a Ramin, cuando éste le pregunta sobre una foto de sus antepasados que tiene sobre una pared, que su bisabuelo libanés llegó a México y formó una familia. La cinta habla sobre migración, la obligación de crear nuevas raíces, la transformación continua que ha tenido el mundo pero que ahora se siente más, la necesidad de vencer a la melancolía y la adaptación al cambio continuo porque no queda más que seguir adelante. 
Imposible retomar el pasado
Flor Edwarda Gurrola








viernes, 6 de diciembre de 2019

LA CORRUPCIÓN


NUEVA YORK SIN SALIDA
(21 Bridges)
2019. Dir. Brian Kirk.
         Una noche, Michael (Stephan James, estupendo) y Ray (Taylor Kitsch), ladrones, se introducen a un restaurante para robar 30 ladrillos de cocaína: se encuentran 300. En ese momento llega tranquilamente cierta cantidad de policías con los cuales se inicia un enfrentamiento que tiene resultados sangrientos al matar Ray, el violento de los dos, a 8 policías. El caso se asigna a André Davis (Chadwick Boseman), detective que comienza a investigarlo junto con una mujer policía, Frankie (Sienna Miller), la cual se le ha impuesto por parte del capitán McKenna (J.K. Simmons), jefe del precinto del cual procedían las víctimas. André solicita que Manhattan sea aislada por completo durante cinco horas para evitar que los maleantes escapen: así, se cierran puentes, se bloquean salidas de trenes, autobuses y túneles, para lograr su captura. A partir de alternancia entre las acciones policiacas que van despejando las sospechas del detective sobre la turbiedad de los hechos, y los movimientos de Michael y Ray para colocar la droga, conseguir dinero y lavarlo, se va desarrollando la acción de la película.
Chadwick Boseman y Sienna Miller
         Un tema que ya ha sido tratado magistralmente desde personajes reales (Serpico, El príncipe de la ciudad) o desde la ficción (Los infiltrados, Día de entrenamiento), entre muchos títulos, llega nuevamente este acercamiento hacia la corrupción policiaca. Una cinta dinámica e inteligente en cuanto propone la lucha de quienes han mantenido sus valores o han sido producto de la violencia, contra aquellos que prefieren un cómodo posicionamiento en la inmoralidad. El personaje de André perdió a su padre, también policía, como víctima de esa lucha: se le conoce cuando tiene apenas 13 años y está en el servicio religioso donde se alaba la actuación de la autoridad caída en el cumplimiento del deber. Pasan 19 años y ya ha seguido los pasos de su progenitor, aunque cuestionándosele, por parte de Asuntos Internos, el hecho de que ha disparado en ocasiones contra sospechosos, con la duda de haberles dado oportunidad de respuesta. La cinta se encargará de disipar cualquier duda acerca de la calidad moral y la integridad personal del detective.
El extraordinario Stephan James,
como el atormentado Michael.
         Filmada brillantemente, con excelente sentido del cine (movimiento, foto, edición), la cinta nos presentará a personajes redondos cuyos actos les irán explicando. La pareja de maleantes es completamente opuesta, aunque trae antecedentes distinguidos durante su intervención en la guerra de Afganistán, mezclados con rencores personales: de ahí el contraste entre un violento Ray y un prudente, todavía consciente de ciertos límites de respeto por parte de Michael. Frankie es una madre preocupada por subsistir dentro de un oficio peligroso. El equilibrio entre narración alterna y sugerente con un reparto capaz, muy talentoso, que da a entender lo que irá a suceder (aunque con ciertas sorpresas al desenlace), la película atrapa y no da tregua. 
El realizador irlandés Brian Kirk,
quien se destacó por su dirección de episodios
en series exitosas como "Juego de tronos"
o "Penny Dreadful", por mencionar un par.
Ahora nos ofrece un brillante largometraje.

martes, 3 de diciembre de 2019

APOLOGÍA DE LA PEDA


GUADALUPE REYES
2019. Dir. Salvador Espinosa.
         Al inicio de esta comedia se presentan cuatro definiciones del término “Guadalupe Reyes” (así, sin guion que separe lo que en realidad indica dos fechas, haciéndolo notar como nombre y apellido propios que bautizan otro término inventado por el pseudo ingenio nacional) obtenidas de un diccionario apócrifo, para que desaparezcan tres de ellas y quede solamente una “26 días dedicadas a un maratón de peda” (o algo así). Entonces inicia una trama que narra la historia de dos amigos: Hugo (Juan Pablo Medina), quien está cumpliendo 40 años en la Riviera Maya, acompañado por amigos jóvenes que se encuentran en plena y gran borrachera sobre la playa, quien, al día siguiente, en medio de una gran “cruda”, revisa un viejo vídeo en su celular donde departe felizmente con su amigo Luis Gabriel (Martín Altomaro) al cual tiene diez años sin ver.
Decide llamarlo y encontramos al susodicho frente a su computadora, trajeado, con corbata, bastante formal, en la firma contable donde trabaja, para que se saluden, Luis le reclame a Hugo la década sin verse, hasta que éste le proponga que realicen el “maratón de Guadalupe Reyes” (o sea, emborracharse desde el 12 de diciembre hasta el 6 de enero, bajo notario público) que prometieron realizar hace años cuando eran jóvenes y antes de que el tiempo llegue y los alcance. Luis se escandaliza porque tiene una vida, una esposa y un trabajo, a lo que Hugo se resigna. Sin embargo, al día siguiente, luego de que Luis instala cámaras de seguridad en su casa para monitorearla a la distancia, se entera que su esposa lo engaña. Discute con ella y se va de la casa para llegar con Hugo y aceptar la oferta anterior.
         A partir de este momento, la cinta narra lo que llevan a cabo cada día del famoso maratón (con algunos saltos en tiempo) y que tiene la intención de retornar al desparpajo de la juventud con comportamientos alejados de la seriedad cotidiana (la bebida, los desvelos, el “reventón” a diario), el acercamiento a posibles aventuras sexuales (Luis se mete con una mesera que lo masturba antes de que los descubra el novio, ex recluso violento, de la chica; la aventura con la nueva y voluptuosa socia de la firma en la cual trabaja, quien resulta gustar de ciertas “perversiones” como meterle el dedo por el ano al virginal Luis), la resurrección de viejas “habilidades” (jugar una especie de “tirabolas” de fuego mientras Luis se encuentra en truza durante una posada navideña que incendiará tanto un árbol iluminado como parte de una casa), el enfrentamiento con la madre castradora e indiferente de Luis, que reverenciaba a otro hijo abusivo en su lugar (durante la cena navideña, Hugo revela la realidad de las experiencias que ambos están viviendo con la intención de liberar a su amigo de las cadenas familiares).

         No obstante, todos estos hechos llevarán a la aparente derrota (a continuación se revela el desenlace): Luis se emborracha durante una fiesta de su trabajo para provocar un caos, por lo que renuncia a continuar con el reto de su amigo. Hugo experimentará la vergüenza de que una posible conquista sea su propia sobrina a la cual no veía desde pequeña, aparte de sufrir un conato de infarto. Ambos se darán cuenta de que ha pasado el tiempo y la vida alegre, disipada, alcoholizada, bromista, desenfadada de la juventud, ya no le corresponde a su mediana edad. Hugo empezará una existencia más saludable. Luis conseguirá una oportunidad de ascenso en su firma. 
         Sin embargo, el mensaje de la cinta no se pierde por este engañoso final: Durante una presentación laboral, Luis renunciará a su puesto expresando que la vida es para disfrutarse, no para pasarla entre cuatro paredes hasta que se acabe. Contra el escándalo esperado, el propio socio anciano y fundacional, puesto como ejemplo de desperdicio de vida, le aplaudirá. Luis volverá con su amigo querido, reiniciará su existencia con la socia voluptuosa que jugaba con su trasero, festejará en la casa ya reparada que quemase a mitad de la película.
         Con tono homoerótico, en el estilo ambiguo de El gavilán pollero (González Jr., 1950) o A toda máquina (Rodríguez, 1951), Luis y Hugo se abrazan, se besan, se demuestran el inmenso cariño que se tienen para indicar su superioridad como camaradas desde siempre, donde mujeres, empleo, dinero, son accesorios. Hugo le explica a Luis que dejó de hablarle por diez años porque había sentido que lo perdía y que ya no le pertenecía. La actitud de liberación que expresa Luis ante la necesidad de disfrutar la vida nos lleva a un mundo perfecto donde no se requiere del esfuerzo para sobrevivir y la facilidad de conseguir trabajo en un tronar de dedos. La infidelidad matrimonial no tiene validez recíproca para encontrar una pareja que le quite lo “apretado” al cónyuge. El alcohol es un placer que todo mundo debe experimentar aún y que se sepa que llegará el momento de pagarlo ya que se terminará comiendo rosca de reyes con un vaso de leche.
Martín Altomaro
         Y no es todo: durante los créditos finales se presenta a un par de asistentes de Luis que durante toda la película han alabado las actitudes liberadas de su jefe, asistiendo ante un notario para registrar su intención de iniciar y terminar el maratón Guadalupe Reyes (como había hecho la pareja estelar al inicio de la cinta), porque jamás se ha logrado superarlo. La película es una pobre apología de la borrachera, de la “peda”, a través de personajes en posiciones privilegiadas (Hugo es bastante adinerado por haber introducido los “smartphones” en México; Luis tenía un empleo en agencia prestigiosa que debería pagarle muy buen sueldo al notarse la casa en que vivía con su infiel esposa) para convencer a los espectadores clasemedieros que no dejen de lado los excesos, ni las barbaridades, ni las bromas pesadas, ni los accidentes imprudenciales, porque la vida debe disfrutarse y todo lo demás no importa, y hay que apresurarse porque la vida pasa muy pronto y la cuarentena les acecha a la vuelta de la esquina. Soñar durante noventa minutos que renuncias a tu empleo para vivir en completas vacaciones (como sucede cuando se está de vacaciones pero siempre la amenazante realidad al final de las mismas). 
Juan Pablo Medina
         Juan Pablo Medina pertenece a las estrellas impulsadas por el superficial Manolo Caro en cine y televisión; Martín Altomaro inició desde quinceañero en Anoche soñé contigo (Sistach, 1991). Ambos cuarentones, cumplen con su trabajo porque son buenos actores (Altomaro más que Medina), pero, curiosamente, aparentan mayor edad (tal vez para inferir que la vida laboral o las disipaciones llevan a la vejez prematura: de hecho, en la casa a la cual asisten a la posada, reencuentran a viejos compañeros de escuela que se notan, paradójicamente, mucho más acabados que ellos). El realizador Espinosa tiene en su haber la dirección de capítulos de la serie Club de cuervos o sea, nada relevante o importante, por lo que permanece el nivel de mediocridad que ya es usual en la mayoría de las comedias contemporáneas mexicanas (Derbez, Higareda, Chaparro, “Nobles” o los refritos chilenos o las “audacias” de Caro), cuyo éxito taquillero (y momentáneo) se debe a razones alejadas de conectar al público mexicano con la realidad que se está viviendo (por eso son tan efímeras).