lunes, 16 de agosto de 2010

UN PROFETA


(Un prophète)

Una película de Jacques Audiard (2009)
con Tahar Rahim y Niels Arestrup.



Un joven árabe, Malik, de diecinueve años (Tahar Rahim, extraordinario), pasa de un centro juvenil de detención a una dura prisión porque ha sobrepasado la mayoría de edad. Tendrá que purgar una condena de seis años. Pronto se da cuenta de la realidad: el hampón (Niels Arestrup, excelente) que rige el lugar le pide que realice un asesinato. El joven se pone nervioso, nunca ha matado. Al quererse quejar con el jefe de la prisión, es golpeado por la gente de su nuevo dueño quien así le demuestra que todo lo tiene bajo su control. El muchacho lleva a cabo su misión y luego de un crimen sucio, lleno de sangre, mal realizado, queda temblando ante el cadáver de su víctima. Sin embargo, ha comenzado el aprendizaje.

La película nos lleva a la transformación de un alma inocente, raterillo por circunstancias (nos enteramos que no creció con sus padres; aprendió árabe y francés en la calle; llegó al cuarto grado de primaria) a un ser frío que observa, aprende, se da cuenta de las traiciones, las conveniencias personales, el uso de las personas, el sentido del poder. Ese “profeta” del título es por sí mismo, porque va viendo su futuro, lo acepta y lo planea.

El hampón principal es el jefe de la etnia córsica, se llama Cesare y mueve sus cordones desde dentro y fuera de la prisión. Los árabes no aceptan a Malik porque es propiedad suya, le sirve y sigue sus órdenes. Debido a buena conducta con el paso del tiempo, Malik tiene derechos a salidas eventuales por un día. Esto sirve para cumplir lateralmente las peticiones del hampón pero también para preparar inteligentemente sus terrenos. El fluir del tiempo es una cualidad narrativa de la cinta: no se siente su paso y, sin embargo, es la transformación de Malik la que lo va definiendo.

Malik da un giro completo al estado de las cosas. Hemos sido testigos de un proceso de “habilitación” que solamente la prisión, la violencia cotidiana, la falta de escrúpulos, pueden ofrecer con eficacia.



Audiard nos ha ofrecido cine magnífico:
"Lee mis labios" en 2001 que era una cinta de suspenso y erotismo; "El latido de mi corazón" en 2005, acerca de un joven pianista y su padre hampón. Ahora esta cinta maravillosa.

La cinta se ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes 2009. Misteriosamente no llegó a nuestra Muestra Internacional de Cine y por estos días deberá estrenarse en México, ojalá que ocurra en Monterrey.