PANTERA NEGRA
(Black Panther)
2018. Dir. Ryan Coogler.
T’Challa
(Chadwick Boseman) regresa al país natal de Wakanda para suceder a su padre,
recientemente muerto, en el trono. Pasa por el ritual que le ofrece poderes
especiales y que lo legitima como heredero, además de tornarlo en el héroe del
título de la cinta. En Wakanda su fuerza proviene del “Vibranio”, un metal
poderosísimo. De ahí que aparezca un villano (Klaue, interpretado por un gozoso
y cínico Andy Serkis) y un agente de la CIA (Martin Freeman). Sin embargo, la
preocupación mayor de T’Challa se encuentra en la aparición inesperada de un
primo que se pensaba inexistente, Erik Killmonger (un carismático y físicamente
impactante Michael B. Jordan quien nos hace cuestionar si no hubiera sido mejor
héroe) quien revela un secreto del pasado y se anuncia con derecho al trono por
lo que ocurre un combate entre los dos hombres con consecuencias sorprendentes.
Un espléndido reparto con grandes actores y actrices:
Forest Whitaker, Daniel Kaluuya, ¡Angela Basset!
La
nueva aportación al Universo Marvel, como se le ha llamado, recurre a un
personaje de la raza negra cuyo país se encuentra en África, aparentemente
pobre y sin mayores recursos, pero en realidad, futurista y tecnológicamente
muy avanzado debido al famoso metal. Aunque tiene un inicio lento, sin que se
tenga mayor idea de lo que está sucediendo y que ocurre en la California de los
años noventa, la cinta luego adquiere un vertiginoso ritmo que ya no cesa pero
que además depara sorpresas. La mayor cualidad de esta cinta es que se aleja de
la fórmula usual del género: T’Challa vive para proteger su país y la primera
acción será viajar hasta Corea del Sur para evitar la transacción de una
pequeña cantidad de Vibranio y juzgar al villano que asesinó a su padre. Curiosamente,
lo que se asemeja y podría pensarse como un acercamiento a las cintas de James
Bond (ocurre en un casino con agente de la CIA) sufre un giro total. No es el
pleito alargado entre héroe con su némesis: hay que pasar a otro conflicto
donde se cuestionan los conceptos de honor, respetabilidad y verdad. Un
enfrentamiento que será fatal, aparentemente.
Lupita Nyong'o finalmente tiene un rol que la aleja
del melodrama y muestra sus atractivos femeninos
La
película mantiene el respeto hacia la raza negra y deja fuera los estereotipos.
Al héroe lo protege un frente de guerreras llamado Dora Milaje liderado por una
generala fiel a su patria. Su ex novia es espía que lo apoya (Lupita Nyong’o) y
su hermana es la genio tecnológica del reino (Letitia Wright, que nos recuerda
al proveedor de Bond igualmente). La llegada del incógnito primo del rey pone
en jaque los valores del lugar a pesar de que él mismo se ha regodeado con las
muertes que ha producido al pelear en Afganistán (su cuerpo está marcadísimo
con señales por cada víctima) y reclama que Wakanda no haya puesto sus riquezas
y avances a las personas de su raza quienes, mundialmente, padecieron dolor y
humillación en el pasado. Killmonger, de cualquier manera, es el antagonista:
sus planes incluyen armar a toda la gente del mundo que desea derrotar a quienes
los han subestimado y, con eso, provocar un caos total.
Al ver la película, uno se pregunta si Michael B. Jordan
hubiera sido una mejor Pantera Negra.
Por otro lado, es un espléndido villano.
Son
estas actitudes de búsqueda de la armonía y el entendimiento universal las que
empatan a la trama con sus otras narraciones morales (y ya rutinarias dentro de
este universo heroico). No obstante, al no limitarse a los enfrentamientos entre
villano y héroe, se aleja de las usuales secuencias que se regodean solamente
en lo superficial y rutinario en otras de las cintas . Las motivaciones de
estos personajes están cimentadas en lo que sería la justicia moral, el sentido
de pertenencia y la responsabilidad ante el mundo.