martes, 27 de febrero de 2018

LOS MUERTOS



HOSTILES: VIOLENCIA AMERICANA
(Hostiles)
2017. Dir. Scott Cooper.



         Utilizando al género del oeste como escenario y contexto, tenemos una historia de toma de conciencia. El capitán Blocker (Christian Bale, estupendo y magnético como siempre) aborrece a los nativos americanos. A lo largo de un cuarto de siglo los ha perseguido y asesinado. Junto con su compañero de aventuras, Tommy (Rory Cochrane), recuerda cuando fue atacado con una lanza y logró sobrevivir para, por su parte, abrir de arriba abajo a muchos indios. Se le ordena trasladar, desde Colorado, al Jefe cheyenne Halcón Amarillo (Wes Studi, dignísimo) y su familia (hijo e hija, nuera, nieto), hacia el Valle de los Osos en Montana, su territorio, luego de siete años de estar prisionero, por orden presidencial, como una manera de congraciarse socialmente. Ante el rechazo inicial, Blocker es amenazado con una corte marcial y la pérdida de su pensión: no le quedará más que obedecer. 


         Previamente hemos sido testigos de una masacre familiar: indios comanches atacan el rancho de los Quaid. Primero matan al padre, luego persiguen a su esposa quien lleva un bebé en sus brazos y las dos hijas mayores: cada una cae acribillada. El infante recibe un balazo y la madre, Rosalie (Rosamund Pike, intensa) corre hasta esconderse en el bosque con el cuerpo inerme y ensangrentado de su pequeño. En el trayecto de Blocker, la encontrará en estado de shock dentro de la casa que fue quemada por los comanches. El capitán la rescata, da sepultura a sus deudos, siguen adelante en el camino. El desprecio hacia sus viajeros asignados lo ha hecho encadenarlos. Ante la posibilidad de otro ataque comanche, revira la orden y así sucede, le sirven como apoyo cuando son atacados, diezmando su tropa.


         La cinta sigue adelante con la llegada al Fuerte Winslow donde le asignan otro traslado: un soldado que masacró, por su parte, a una familia nativa. Así, Blocker tendrá ambos lados de la moneda: una víctima de los indios, un vengador de los blancos. La cinta arranca con un epígrafe de D. H. Lawrence que expresa El alma americana esencial es dura, aislada, estoica y asesina: nunca se ha derretido. La película nos muestra el odio hacia el otro a quien se ha despojado de sus tierras y despreciado por su raza que agrede al blanco conquistador por sus salvajes reacciones. Sin embargo está la contraparte: la defensa ante quien ha abusado de sus raíces y hábitat natural: dura, estoica, criminal alma...


         La cinta está poblada de muertos: tanto en el pasado de Blocker como en lo que se narra de los cheyennes cuyo jefe se encuentra ya en el ocaso de la vida, enfermo pero digno. El largo viaje desde el centro hasta el oeste del país permitirá la relación y comprensión de las circunstancias entre ellos. Inicialmente Rosalie gritará ante la vista de los cheyennes por el simple hecho de ser nativos como una generalización de raza (si son indios, todos son iguales). No obstante, las mujeres nativas tendrán compasión al verla con su vestido ensangrentado y su dolor ante el entierro de su familia entera. Sentimientos encontrados.


         El viaje permitirá que el espectador presencie todo un proceso de humanización. Unos cazadores secuestrarán a las mujeres para vejarlas sin distinción de raza. Los comanches asesinarán a parte de la tropa. El viejo amigo de Blocker, Tommy, decide desertar porque ya no le encuentra sentido a esa constante cacería. El cambio de actitudes será notoria pero consciente, sensata, sustentada. El discurso que alienta a dejar de lado el rechazo y ataque hacia el otro, el diferente, se vuelve universal. Estamos ante un género grandioso por naturaleza, como pretexto, metáfora de otros tiempos violentos que, no se diferencian de nuestra realidad contemporánea.


         Una fotografía espléndida. Los elementos del género del oeste: espacios amplios, el héroe que posee ambigüedad moral, el peligro, la necesidad de salvar a los demás pero, más que nada, salvarse a sí mismo, están presentes, aunque la narración es elíptica, simbólica, contundente. Cuando el jefe indio está enfermo, Blocker le nombra a tres personas que perdió debido a los ataques de su gente: el jefe le responde que todos han perdido a mucha gente. El daño es mutuo y ya basta pensar en la visión de los vencedores. Esos muertos rondan la atmósfera y no cesan, aunque al final se busque una redención personal. Lo que importa es entenderlo, sobre todo en este mundo diverso. Ejemplar.

Christian Bale y el realizador
Scott Cooper