LADY MACBETH
(Lady Macbeth)
2017. Dir. William Oldroyd.
Katherine
(Florence Pugh) es casada por interés (junto con ella se consiguió un terreno
ventajoso) con el rico y mayor Alexander quien, por las noches, le ordena desnudarse
sin tocarla. Cuando su marido y suegro deben salir por negocios, Katherine
conoce a un nuevo capataz, Sebastián (Cosmo Jarvis) quien la seduce y torna en
su amante. Al regresar su suegro quien se ha enterado del amorío, castiga y encierra
a Sebastián por lo que Katherine no encuentra otra salida más que envenenarlo.
Cierta noche, mientras la pareja se encuentra en el lecho, retorna Alexander
con el cual Katherine se descara y junto con Sebastián matan al marido. Lo
entierran sin que nadie se dé cuenta y todo parece llegar a un equilibrio
cuando aparece una mujer con su nieto Teddy, al cual presenta, sorpresivamente,
como hijo ya legitimizado de Alexander así como su heredero universal.
Katherine quien pensaba que su esposo era impotente aduce que el hombre se
encuentra desaparecido por lo que no puede ejecutarse la herencia. Teddy se
encariña con Katherine…
Hasta
aquí le narro lo que es la esencia argumental de una cinta basada en la
noveleta de Nikolai Leskov Lady Macbeth
de Mtsensk publicada en 1865 y de la cual ya existía otra versión de 1961
realizada por Andrzej Wajda en Yugoslavia (Lady
Macbeth de Siberia) además de inspirar una ópera de Shostakovich. En este
caso, la trama fue reducida a su mínima expresión: por una parte el reducido
presupuesto que hace que la cinta se realice casi toda en tres habitaciones, el
bosque y una parte del establo. La acción ocurre a mitad del siglo XIX y lo que
tenemos en escena es el retrato de un personaje sociópata que se basa sobre
todo en su interés y satisfacción personal.
Katherine
cae en los brazos de Sebastián para saciar su instinto sexual (estas escenas
presentan un erotismo puro). No puede encontrarse ningún sentimiento (el trato
hacia su sirvienta de color es meramente de ama-criada, sin la menor compasión
y con la total indiferencia: un personaje impresionante que vendrá a ser cordero de sacrificio). No tendrá otra alternativa que buscar la manera de
eliminar todo aquello que se interponga en su camino. La muerte del suegro da
rienda suelta a lo que será una asesina en serie. Katherine detesta la
debilidad y ella misma, en su actitud, se torna fuerte y rebelde ante la
condición femenina de su tiempo. De ahí que, cuando tenga que encontrar las
soluciones necesarias para su situación y conveniencia no presente vacilación
alguna.
La
atmósfera pertenece a las novelas del tiempo y la acerca más a la oscuridad de Madame Bovary que a las dulzuras triunfales
de Jane Austen. La gran diferencia estriba en la postura y temple de la
protagonista para la cual sangre y crimen son elementos para darle continuidad
a la existencia. Un realizador en su primer largometraje con experiencia previa
solamente en el teatro, además de actores que tienen pocos antecedentes en el
cine (el intérprete de Sebastián es cantante popular; las actrices apenas
inician sus carreras) son elementos que imparten frescura en lo que resulta ser
un drama nada convencional que se destaca por mostrar la crueldad sin remordimiento.