martes, 20 de marzo de 2018

INTERESES PARTICULARES


LADY MACBETH

(Lady Macbeth)

2017. Dir. William Oldroyd.




         Katherine (Florence Pugh) es casada por interés (junto con ella se consiguió un terreno ventajoso) con el rico y mayor Alexander quien, por las noches, le ordena desnudarse sin tocarla. Cuando su marido y suegro deben salir por negocios, Katherine conoce a un nuevo capataz, Sebastián (Cosmo Jarvis) quien la seduce y torna en su amante. Al regresar su suegro quien se ha enterado del amorío, castiga y encierra a Sebastián por lo que Katherine no encuentra otra salida más que envenenarlo. Cierta noche, mientras la pareja se encuentra en el lecho, retorna Alexander con el cual Katherine se descara y junto con Sebastián matan al marido. Lo entierran sin que nadie se dé cuenta y todo parece llegar a un equilibrio cuando aparece una mujer con su nieto Teddy, al cual presenta, sorpresivamente, como hijo ya legitimizado de Alexander así como su heredero universal. Katherine quien pensaba que su esposo era impotente aduce que el hombre se encuentra desaparecido por lo que no puede ejecutarse la herencia. Teddy se encariña con Katherine…





         Hasta aquí le narro lo que es la esencia argumental de una cinta basada en la noveleta de Nikolai Leskov Lady Macbeth de Mtsensk publicada en 1865 y de la cual ya existía otra versión de 1961 realizada por Andrzej Wajda en Yugoslavia (Lady Macbeth de Siberia) además de inspirar una ópera de Shostakovich. En este caso, la trama fue reducida a su mínima expresión: por una parte el reducido presupuesto que hace que la cinta se realice casi toda en tres habitaciones, el bosque y una parte del establo. La acción ocurre a mitad del siglo XIX y lo que tenemos en escena es el retrato de un personaje sociópata que se basa sobre todo en su interés y satisfacción personal.





         Katherine cae en los brazos de Sebastián para saciar su instinto sexual (estas escenas presentan un erotismo puro). No puede encontrarse ningún sentimiento (el trato hacia su sirvienta de color es meramente de ama-criada, sin la menor compasión y con la total indiferencia: un personaje impresionante que vendrá a ser cordero de sacrificio). No tendrá otra alternativa que buscar la manera de eliminar todo aquello que se interponga en su camino. La muerte del suegro da rienda suelta a lo que será una asesina en serie. Katherine detesta la debilidad y ella misma, en su actitud, se torna fuerte y rebelde ante la condición femenina de su tiempo. De ahí que, cuando tenga que encontrar las soluciones necesarias para su situación y conveniencia no presente vacilación alguna.





         La atmósfera pertenece a las novelas del tiempo y la acerca más a la oscuridad de Madame Bovary que a las dulzuras triunfales de Jane Austen. La gran diferencia estriba en la postura y temple de la protagonista para la cual sangre y crimen son elementos para darle continuidad a la existencia. Un realizador en su primer largometraje con experiencia previa solamente en el teatro, además de actores que tienen pocos antecedentes en el cine (el intérprete de Sebastián es cantante popular; las actrices apenas inician sus carreras) son elementos que imparten frescura en lo que resulta ser un drama nada convencional que se destaca por mostrar la crueldad sin remordimiento.