¿PODRÁS PERDONARME?
(Can You Ever Forgive Me?)2018. Dir. Marielle Heller.
Luego de haber escrito dos biografías de famosas
celebridades (Miss Tallulah Bankhead,
quien fuera popular actriz de teatro, ocasionalmente de cine -estuvo en Náufragos de Hitchcock-, famosa por sus
vulgaridades, como el hecho de recibir a sus visitas mientras estaba sentada en
el excusado, y Kilgallen, quien al contrario, fuera una periodista respetada y panelista
constante en un programa de concurso por la televisión) en 1972 y 1980
respectivamente, alcanzando buenas ventas y excelentes críticas, la escritora Lee Israel (1939 – 2014) ya no pudo
repetir su éxito, cinco años más tarde, con su siguiente biografía de la
empresaria Estée Lauder. Cuando la conocemos en esta película, es 1991 y tiene
un empleo que pierde por su mal carácter. Discute con su agente literaria
Marjorie (Jane Curtin) porque no le consigue un contrato para escribir otra
biografía, ahora sobre Fanny Brice, estrella de Broadway quien fuera la
inspiración para la comedia musical Funny
Girl, a lo que la mujer le responde que a nadie le interesa en esos tiempos,
que ella tiene graves problemas de relación, sin jamás haberle importado la
promoción de sus libros previos.
Y es que Lee Israel
era una mujer sin gracia: pasada de peso sin rasgos bellos, alcohólica,
abandonada por su pareja lésbica debido a su forma de ser, desconfiada de las
personas a las cuales maltrataba por lo que no conseguía simpatía ni respuesta.
Su único refugio era su departamento, por el cual tenía deudas, y su único
soporte emocional era su gata ya vieja, con una docena de años. Insistente con la
investigación sobre Fanny Brice, al estar investigando en la librería pública,
se encuentra dentro de un libro, dos cartas mecanografiadas pero firmadas por
la propia Brice. Se queda con ellas y decide venderlas en las librerías de
segunda mano o de ediciones raras para que le compren una y le comenten que si
fuera de otros nombres más buscados e importantes como Dorothy Parker, una de
las escritoras sardónicas más importantes de los años veintes y treintas en los
Estados Unidos, podría haber conseguido más dinero. De ahí le surge la idea de empezar
a falsificar cartas y firmas. La cinta se ocupa de esta parte en la vida de una
brillante escritora que perdió el rumbo.
Su agente le comenta que al escribir sus biografías logra
mezclar su voz con las personas a las cuales ha estado investigando y así es
como la escritora se da cuenta que puede ser “más Dorothy Parker que Dorothy
Parker”. Lee Israel no se cuestionó
jamás la parte moral de sus actos. Para ella era una forma de causar dicha y
contribuir a la continuidad de la fama de sus falsificados. Era un orgullo
saber que contenía dentro de ella misma las ironías de la Parker o el cinismo
de Noël Coward. Entró al juego del mercado que maneja correspondencias y
papeles de grandes nombres acompañadas de cartas de autenticidad, a lo cual Lee, gracias a sus actividades, se
preguntaba si estas cartas eran en realidad “auténticas”.
La cinta también se ocupa de la relación que surge entre Lee y el exconvicto Jack Hock (Richard
E. Grant), narcomenudista, al encontrarse en un bar. Jack, homosexual, sin
hogar, siente el apoyo de la solitaria mujer, la cual, dentro de su
misantropía, cree que puede darse la confianza entre ellos. Jack empieza a
colaborar con ella en la venta de cartas cuando empiezan las sospechas, pero el
hombre no tenía tampoco sustentos morales y surgen los engaños y las decepciones.
La película nos habla de seres en situaciones desesperadas que deben salirse de
lo convencional, de las reglas ciudadanas, para sobrevivir, aunque al mismo
tiempo, sin conciencia de que sus acciones sean reprobables. De alguna manera,
ayudan al mundo.
Una película de grandes actores. Melissa McCarthy, extraordinaria comediante, aquí se pasa al drama
serio (ya lo ha hecho previamente) y se ha topado con un papel que le permite
el lucimiento total, la demostración de su gran calidad como actriz versátil:
gestos, manierismos, tonos de voz. Richard
E. Grant es uno de los prestigiosos actores británicos desde hace más de
treinta años. La conjunción de ambos hace que la película brille. Si acaso, el
hecho de encumbrar y crear empatía hacia una delincuente puede parecer manipulador
y chantajista, en realidad, el cuestionamiento acerca de lo que es falso y
verdadero, lo auténtico y lo falso, es el principal objetivo de la cinta, lo
mismo que pretendía establecer la autobiografía de Lee Israel en que se basa
esta película.
La realizadora Marielle Heller
dando indicaciones a Melissa McCarthy