ANNABELLE 3: VIENE A CASA
(Annabelle Comes Home)2019. Dir. Gary Dauberman.
Dentro del universo de El conjuro donde Ed y Lorraine
Warren (personajes basados en demonólogos reales) apoyan y exorcizan fantasmas
en casos extremos de posesiones, tenemos esta nueva aventura colateral.
Annabelle, la muñeca que ha servido como medio o conducto del paso de espíritus
en busca de víctimas para poseer, ha caído en sus manos para formar parte de su
colección de objetos relacionados con el mal. Es 1968: un prólogo nos indica
que los Warren han recibido a la muñeca de parte de las enfermeras que conocimos
anteriormente. Lorraine (Vera Farmiga) puede percibir a varios fantasmas en el
cementerio donde han llegado debido a una falla mecánica del auto. Ed (Patrick
Wilson) sale a revisarlo y luego una fuerza sobrenatural lo lanza a la
carretera donde queda a punto de ser muerto por un tráiler. Lorraine se da
cuenta de la fuerza de la muñeca.
Ya en casa, los Warren harán un corto viaje y dejan a su
hija Judy (Mckenna Grace, la niña prodigio de Un don excepcional) al
cuidado de la niñera Mary Ellen (Madison Iseman). Un artículo del periódico
local cuestiona la veracidad de los Warren por lo que se ha despertado la
indignación local, el acoso a Judy en la escuela y la curiosidad de una amiga
de Mary Ellen, Daniela (Katie Sarife, primero odiosa, luego frágil) quien
aprovecha la ausencia de la pareja para husmear en la casa. Daniela entra al
cuarto donde están todos los objetos demoniacos y abre la vitrina en que estaba
colocada Annabelle. A partir de este momento se desatan las fuerzas
sobrenaturales y la muñeca se torna conducto, pasaje de espíritus, para lograr
la posesión de cuerpos inocentes.
Con un ambiente peculiar que funde dos narraciones
originalmente unidas y posteriormente aisladas (se explica la presencia de
Annabelle en casa de los Warren; se funden ahora hechos que anteriormente
estaban alejados en los mundos originarios de la muñeca, dentro de la casa de
los científicos Warren), el universo mantiene su coherencia narrativa y se
alcanza el tono sobrenatural, amenazador, que vivimos en lo que ha sido la
serie completa. El guion, creado por el escritor original, Gary Dauberman,
ahora es dirigido por él mismo en su debut como realizador. El productor es James
Wan, artífice de las mejores historias de terror en el cine del siglo XXI.
Aunque al inicio el personaje de Daniela es antipático y vuelve predecible lo
que va a acontecer, luego cambia y se torna vulnerable (hay una explicación
razonable de sus actor por un asunto paterno) produciendo un sentimiento
opuesto de adhesión: este es un logro importante de la película en lo que
significa la manipulación del espectador y, sobre todo, la actuación de la
intérprete.
Finalmente, es otra cinta de casa embrujada, poseída por
espíritus y seres demoniacos, creando el terror pero también el encanto y la
atracción hacia lo desconocido. Es el embeleso, la seducción del mal. La cinta
alcanza nuevamente la finalidad de las películas de esta serie: a pesar de que
se sabe que hay peligro, los personajes quedan hechizados por la fascinación
hacia lo que se desconoce, lo que puede causar placer o matar. Es la constante
alegoría del demonio cuyo sortilegio nos inclina hacia el infortunio. El
delicioso camino del pecado hacia el infierno: el goce sin pensar en la
consecuencia. Otra película coherente, fiel a su universo.
Gary Dauberman