viernes, 14 de junio de 2019

LA BOLSA ENCONTRADA


LA VIUDA
(Greta)
2018. Dir. Neil Jordan.
         Frances (Chloë Grace Moretz) encuentra un elegante bolso de mano en el vagón del Metro de Nueva York. Su compañera de apartamento Erica (Maika Monroe) le sugiere que se quede con ella y con el dinero que viene dentro. Frances no acepta, por elemental honradez (lo que demuestra su calidad moral), y se dirige a la casa de la propietaria, Greta (Isabelle Huppert) quien le invita una taza de café. Se vuelven amigas hasta que Frances descubre que en una alacena, Greta tiene varias bolsas semejantes a la que se encontró, lo que le crea suspicacias. Decide alejarse de ella, pero Greta se torna insoportable al llamarla a cada momento y aparecerse en el lugar donde trabaja. Frances llega al grado de llamar a la policía que le indica que no hay motivos suficientes para encarcelarla, tampoco hay una cercana posibilidad de conseguir una orden de restricción contra la obsesionada mujer.
         Frances acaba de perder a su madre y Greta lamenta el alejamiento de su hija quien se encuentra estudiando piano en París: de esta manera, utilizando psicología barata, uno piensa en las sustituciones obvias de afecto. No obstante, Greta da lugar a que el espectador sospeche que algo no se encuentra bien, sobre todo cuando aparecen las bolsas, motivo del desarrollo de esta trama, aparte de elemento crucial para anticipar que todo pasará a un siguiente nivel de relación y de amenaza. Ya desde el momento en que Frances va a casa de Greta uno adelanta que ocurrirá lo que usualmente son convenciones del género de horror. Sin embargo, estamos ante una cinta de Neil Jordan (en su retorno al cine luego de seis años de ausencia: en ese tiempo se dedicó a la televisión con la serie de Los Borgia) quien es un realizador competente, con toque especial, excelente para las sorpresas (¿se acuerdan de Juego de lágrimas?).
         Hay situaciones referenciales en el guion: antes de descubrir el bolso, Frances está leyendo un libro de cuentos de David Foster Wallace (“La niña del pelo raro”), autor suicida que diseccionaba y criticaba negativamente a la sociedad postmoderna. Por otro lado, Frances va junto con Erica a ver una película en tercera dimensión, donde, tal vez, Jordan quiso comparar al cine que se disfruta actualmente pleno de violencia y espectacularidad contra el tono igualmente modesto y de horror urbano que esta cinta de escaso presupuesto propone. En algún momento, Greta le comenta a Frances que se encuentra inmersa en un “pozo de soledad” que nos recuerda a la clásica novela lésbica de Radclyffe Hall, aunque el tono de esta cinta se centra más en los sentimientos femeninos que en la sexualidad. Todos estos referentes no le dirán nada a la nueva generación pero son anclajes con el pasado del cual “La viuda” es un recordatorio que permite a Jordan impartirle un significado contemporáneo. La película nos lleva a otros títulos del siglo pasado (¡Muere, muere, querida mía!, 1964, Silvio Narizzano, o tan evidente como Psicosis de Hitchcock) donde la madre posesiva llegaba a extremos irracionales. La necesidad del cine contemporáneo por traer de vuelta temas y argumentos del pasado para proponer un matiz posmoderno, cercano a las exigencias tan efímeras y superficiales de los nuevos espectadores.
         La trama nos muestra a dos mujeres de clase acomodada. Frances acaba de graduarse de Smith, una prestigiosa universidad, y vive al lado de Erica en el departamento que el padre de ésta le ha comprado en un barrio lujoso de Nueva York. Trabaja como mesera en un restaurante de primera categoría contra lo que uno esperaría de una chica universitaria pero habrá que unir la pérdida reciente con el sentimiento actual de no pertenencia social que la nueva generación demuestra en muchos casos. Por su parte, Greta queda como incógnita: aparentemente francesa, en realidad húngara, con un sentimiento maternal de posesión absoluta que debe de satisfacer ante su propia pérdida (ausencia de su hija). Jordan nos ofrece el contraste entre dos personas de diferentes edades que representan a la sociedad actual con enfoques opuestos de sus realidades y necesidades.
         Jordan contrató a dos de las mejores actrices del cine actual: Huppert con su vasta experiencia en personajes enigmáticos y oscuros contra la claridad y dulzura visible de Moretz. Aparte de aprovechar la picardía y talento de Maika Monroe (a quien se le recuerda en Está detrás de ti), aparece uno de sus actores icónicos, Stephen Rea al cual podemos encontrar en muchos de sus títulos significativos (El ocaso de un amor, Entrevista con el vampiro, entre otras). La viuda es uno de los grandes estrenos en lo que va de 2019 aunque su camino de distribución ha sido lento desde que apareció en San Sebastián durante 2017 y apenas va apareciendo por América Latina.
El realizador Neil Jordan con su actriz Chloé Grace Moretz
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