LA VIUDA
(Greta)2018. Dir. Neil Jordan.
Frances (Chloë Grace Moretz) encuentra un elegante bolso de
mano en el vagón del Metro de Nueva York. Su compañera de apartamento Erica
(Maika Monroe) le sugiere que se quede con ella y con el dinero que viene
dentro. Frances no acepta, por elemental honradez (lo que demuestra su calidad
moral), y se dirige a la casa de la propietaria, Greta (Isabelle Huppert) quien
le invita una taza de café. Se vuelven amigas hasta que Frances descubre que en
una alacena, Greta tiene varias bolsas semejantes a la que se encontró, lo que le
crea suspicacias. Decide alejarse de ella, pero Greta se torna insoportable al
llamarla a cada momento y aparecerse en el lugar donde trabaja. Frances llega
al grado de llamar a la policía que le indica que no hay motivos suficientes
para encarcelarla, tampoco hay una cercana posibilidad de conseguir una orden
de restricción contra la obsesionada mujer.
Frances acaba de perder a su madre y Greta lamenta el
alejamiento de su hija quien se encuentra estudiando piano en París: de esta
manera, utilizando psicología barata, uno piensa en las sustituciones obvias de
afecto. No obstante, Greta da lugar a que el espectador sospeche que algo no se
encuentra bien, sobre todo cuando aparecen las bolsas, motivo del desarrollo de
esta trama, aparte de elemento crucial para anticipar que todo pasará a un
siguiente nivel de relación y de amenaza. Ya desde el momento en que Frances va
a casa de Greta uno adelanta que ocurrirá lo que usualmente son convenciones
del género de horror. Sin embargo, estamos ante una cinta de Neil Jordan (en su
retorno al cine luego de seis años de ausencia: en ese tiempo se dedicó a la
televisión con la serie de Los Borgia) quien es un realizador competente, con
toque especial, excelente para las sorpresas (¿se acuerdan de Juego de
lágrimas?).
Hay situaciones referenciales en el guion: antes de
descubrir el bolso, Frances está leyendo un libro de cuentos de David Foster
Wallace (“La niña del pelo raro”), autor suicida que diseccionaba y criticaba
negativamente a la sociedad postmoderna. Por otro lado, Frances va junto con Erica
a ver una película en tercera dimensión, donde, tal vez, Jordan quiso comparar
al cine que se disfruta actualmente pleno de violencia y espectacularidad
contra el tono igualmente modesto y de horror urbano que esta cinta de escaso
presupuesto propone. En algún momento, Greta le comenta a Frances que se
encuentra inmersa en un “pozo de soledad” que nos recuerda a la clásica novela
lésbica de Radclyffe Hall, aunque el tono de esta cinta se centra más en los
sentimientos femeninos que en la sexualidad. Todos estos referentes no le dirán
nada a la nueva generación pero son anclajes con el pasado del cual “La viuda”
es un recordatorio que permite a Jordan impartirle un significado
contemporáneo. La película nos lleva a otros títulos del siglo pasado (¡Muere,
muere, querida mía!, 1964, Silvio Narizzano, o tan evidente como Psicosis
de Hitchcock) donde la madre posesiva llegaba a extremos irracionales. La
necesidad del cine contemporáneo por traer de vuelta temas y argumentos del
pasado para proponer un matiz posmoderno, cercano a las exigencias tan efímeras
y superficiales de los nuevos espectadores.
La trama nos muestra a dos mujeres de clase acomodada.
Frances acaba de graduarse de Smith, una prestigiosa universidad, y vive al
lado de Erica en el departamento que el padre de ésta le ha comprado en un
barrio lujoso de Nueva York. Trabaja como mesera en un restaurante de primera
categoría contra lo que uno esperaría de una chica universitaria pero habrá que
unir la pérdida reciente con el sentimiento actual de no pertenencia social que
la nueva generación demuestra en muchos casos. Por su parte, Greta queda como
incógnita: aparentemente francesa, en realidad húngara, con un sentimiento
maternal de posesión absoluta que debe de satisfacer ante su propia pérdida
(ausencia de su hija). Jordan nos ofrece el contraste entre dos personas de diferentes
edades que representan a la sociedad actual con enfoques opuestos de sus
realidades y necesidades.
Jordan contrató a dos de las mejores actrices del cine
actual: Huppert con su vasta experiencia en personajes enigmáticos y oscuros
contra la claridad y dulzura visible de Moretz. Aparte de aprovechar la
picardía y talento de Maika Monroe (a quien se le recuerda en Está detrás de
ti), aparece uno de sus actores icónicos, Stephen Rea al cual podemos
encontrar en muchos de sus títulos significativos (El ocaso de un amor, Entrevista
con el vampiro, entre otras). La viuda es uno de los grandes
estrenos en lo que va de 2019 aunque su camino de distribución ha sido lento
desde que apareció en San Sebastián durante 2017 y apenas va apareciendo por
América Latina.
El realizador Neil Jordan con su actriz Chloé Grace Moretz
y las carnadas tenebrosas para chicas ingenuas