HOTEL MUMBAI – EL ATENTADO
(Hotel Mumbai)2018. Dir. Anthony Maras.
En noviembre de 2008, un grupo terrorista amagó a Mumbai al
atacar diferentes lugares de la ciudad para terminar en el lujoso Taj Palace
Hotel. Al estar la guardia especializada en Nueva Delhi, pasaron tres días para
que se pudiera controlar la situación con su llegada. La película es una recreación bastante
gráfica y cruel de lo que pudo haber sucedido: terroristas fundamentalistas y personajes
ficticios, además de empleados heroicos que pusieron en riesgo sus vidas para salvar
las de sus huéspedes, conforman la trama de otra cinta que recupera las grandes
tragedias en lo que va del siglo. No obstante, es una cinta bastante fallida.
Aunque el espectador se impacta con la frialdad en que los criminales atacan a
sus víctimas, la cinta es una continua sucesión de enfrentamientos, escapes
subrepticios, pequeños momentos de suspenso con la esperanza de que algunas
víctimas puedan sobrevivir.
Centrada en Arjun (un simpático y conmovedor Dev Patel),
como mesero del exclusivo hotel, y teniendo alrededor a una pareja interracial
(el norteamericano Armie Hammer y la iraní Nazanin Boniadi) con niñera y bebé,
además de un prepotente ex militar ruso (Jason Isaacs) quien se tornará en breve héroe de
ocasión, la cinta se diluye entre la acción y las necesidades de supervivencia.
Son tantos los hechos que están sucediendo por lo que el equilibrio narrativo
se pierde. De pronto, por ejemplo, se introduce a un par de agentes de la
policía local que se adentran en el hotel para hallar el centro de circuito
cerrado y tener control de ubicación de los terroristas: su actuación es
relativa, su finalidad prácticamente inútil, por lo que son eliminados. Luego
de varios atentados, la cinta se torna repetitiva. Los papeles estelares se vuelven
cenizas al mezclarse entre tantas historias y situaciones. Una cinta con buenas intenciones que deviene intolerable por su dispersión.
El australiano Anthony Maras
en su primer largometraje