viernes, 7 de enero de 2011

EASTWOOD Y OLIVEIRA: LA MUERTE

MÁS ALLÁ DE LA VIDA
(Hereafter).
Dir. Clint Eastwood. 2010.




EL EXTRAÑO CASO DE ANGÉLICA

(O Estranho Caso de Angélica).
Dir. Manoel de Oliveira. 2010.





A los ochenta años, Clint Eastwood reflexiona sobre la muerte y se pregunta qué habrá después de ella. Con tres casos que se narran paralelamente para confluir de la manera más ingeniosa y accidental posible, el maestro Eastwood (ha alcanzado ese calificativo desde hace muchos años y lo reitera con cada nueva película), en su reciente cinta “Más allá de la vida” (Hereafter) habla de la pérdida y la recuperación de la existencia; la alternativa de comunicación con los seres ya idos; las dudas y las resignaciones.

Marie (Cécile de France) es una reportera de investigación francesa que se encuentra en un lugar de oriente donde sucede un tsunami feroz y devastador. Aparentemente muere ahogada pero logra ser revivida. George (Matt Damon) es un psíquico que dejó las consultas cuando se dio cuenta que en vez de tener un don, poseía una maldición y ahora trabaja como obrero; Marcus (George McLaren) es un gemelo fraterno que pierde a su hermano por un accidente. Su madre es drogadicta. Lo deja en un hogar sustituto mientras se recupera de adicciones pero el niño extraña mucho a su hermano.

Cada experiencia tiene un significado acerca de la muerte: Marie en carne propia mientras estuvo en los dominios del Más Allá; Marcus en la realidad, extrañando a su hermano que era protector, locuaz, agresivo; George quien es intermediario y reniega de ser un medio que produce dolor y alegría. El discurso de la cinta no implica la comprobación de que haya algo más allá de la muerte (contra el título que usa el otro extremo), sino en la indagación de lo que la muerte nos produce a nivel de interrogantes o misterio o mera pérdida.

Magistralmente narrada, la cinta fluye como río sereno. Los personajes sufren transformaciones personales por las circunstancias que los rodean y se lanzan a la búsqueda de respuestas, aunque jamás habrá alguna: meras especulaciones. Es el tipo de cinta al cual Eastwood nos ha acostumbrado en los últimos años: parecen simples divertimentos que en realidad son profundas meditaciones sobre conceptos. ¡Y la manera de contar las tramas! Un guión redondo le da material adecuado al realizador para demostrar su dominio de la gramática cinematográfica: no hay plano sobrante como si se dijera que no le falta ni una coma.

Clint Eastwood

volvió a la Europa donde trabajó como actor joven. Utiliza a actores que fueron icónicos de un tiempo preciso (Marthe Keller), experimentados y madurados (Matt Damon) o principiantes expresivos (los gemelos McLaren son toda una revelación).

Y finalmente, la cinta es una historia de amor: no tanto cuanto parejita enamorada, sino en toda la pasión amorosa hacia el ser querido, el que nos dejó y al cual le guardamos la esperanza de volver a ver aunque siempre con la nube negra de la duda. Sin falsa alabanza ni admiración fanática, estamos ante otra obra maestra de su talentoso realizador, versátil en temas aunque congruente con sus obsesiones.

Coincidentemente, este mismo día vi la última cinta de Manoel de Oliveira, el realizador portugués con 102 años encima, todavía lúcido y vital para filmar. Su cine siempre me ha producido efectos contradictorios. Por un lado se admira su continuidad en el cine a edad avanzada; por otro, es desesperante su narración que puede considerarse ingenua o naïf. En “El extraño caso de Angélica”, un hombre fotografía a una recién difunta que en una de las poses le sonríe a la cámara. Obsesionado, continuará viéndola y soñando con ella, quien se le aparecerá para tentarlo. Su amor se transforma en una pasión que se consumará más allá de la muerte, pero carece de la calidez y la entrega de, por ejemplo, “Cumbres borrascosas”. Es admirable la energía de un hombre más que centenario, pero en esta caso su cinta no logra convencer del todo aunque tenga su encanto y algunos efectos especiales. Las cintas de Oliveira que están basadas o inspiradas en cuentos y novelas de varios autores usualmente sobresalen a las que tienen argumentos propios como sucede en este caso. Aclaro: no niego el valor de este director, simplemente lo considero irregular.