Sobre todo cine, efemérides y mucho más: inquietudes que deseo compartir... luego, el infinito.
sábado, 29 de enero de 2011
HISTORIA DE UN GRAN AMOR
UNA PAREJA DISPAREJA
(I Love You Phillip Morris)
2009. Dirs. John Requa y Glenn Ficarra.
Steven Russell (Jim Carrey) yace en una cama de hospital, moribundo, donde recuerda su vida: de niño supo que fue adoptado y se dio cuenta que era diferente a los demás ya que veía nubes en forma de penes. Se casó y tuvo hijos pero en realidad su orientación era homosexual. Luego de un accidente automovilístico donde casi pierde la vida, decidió vivirla a plenitud. Dejó a su mujer, se mudó a Florida, consiguió un novio latino (Rodrigo Santoro) y comenzó a estafar a diestra y siniestra, ahora en Texas, para mantener un estilo lujoso de vida. Fue detenido, cayó en la cárcel y ahí fue donde conoció al joven rubio y gay Phillip Morris (Ewan McGregor) del cual se enamoró perdidamente. Ya fuera de prisión, como pareja, Steven continuó con su vida bandida: se hizo pasar como abogado, contador, médico, hasta que volvió a la cárcel produciendo decepción en su amado Phillip.
La película, ópera prima de los guionistas Requa y Ficarra ( “Un Santa no tan santo”, “Como perros y gatos”)
está basada en personajes y situaciones de la vida real. El verdadero Steven cumple ahora una condena de más de cien años de vida en una prisión tejana de alta seguridad porque su larga historia de estafas y escapatorias hizo que los representantes de la ley decidieran una excepción absurda por delitos fiscales y de robo que se aplican a crueles criminales. Lo que vemos en la cinta llega al absurdo, lo imposible, y si no hubiera estado basada en realidad se pensaría en una broma tonta o en una novela fantasiosa (es lógico imaginar que los directores y guionistas se tomaron libertades en ciertos puntos, de cualquier manera).
Lo que nos cuenta la cinta es una historia de amor. Steve se enamora como nunca imaginó y llega a todos esos extremos, propios de su temperamento, debido a la pasión y el bienestar de su querido Phillip. Steve siempre vivió una vida donde nada era exacto, ni cierto: sus padres no eran biológicos; su esposa era un adorno; sus estafas eran producto de las mentiras; sus identidades siempre eran engañosas. No le quedaba más que ser genuino en algo y eso fue en su amor. Phillip era quien le brindaba la posibilidad de bailar en su celda al ritmo de “Chances Are” cantada por Johnny Mathis y sentir el afecto que siempre era prestado o falso. Y los abrazos y los besos y las sonrisas.
Jim Carrey está perfecto en un rol que cambia acorde con el tono de la situación: pasa de seriedad a juego; hasta logra hacernos notar un cambio drástico de peso y de aspecto. Ewan McGregor reitera su calidad porque es el efebo rubio y delicado sin caer en el estereotipo vulgar de la “jota”. Hay una pareja con roles definidos, no intercambiables, donde el problema es el medio (y modo) de vida del marido que, en algún momento, se lleva de encuentro a su esposo.
Es lo que puede uno distinguir como cualidad de la cinta: nunca abusa ni exagera de la condición gay. Es algo que sucede entre dos hombres como pasa entre un hombre y una mujer o dos mujeres. Hay pocas escenas de besos y están filmadas con buen gusto natural. “Lo que importa es amar”, como se titulaba una cinta de Zulawski o “Lo que importa es la rosa” como cantaba Gilbert Bécaud. Estamos en las antípodas de “Secreto en la montaña” porque aquí hay apertura completa por parte de la pareja en una época todavía oscura. Como situación aparte y que debe aplaudirse es que nunca se llega a la sordidez en las escenas de cárcel. No hay abuso ni burla. Una sola mención, natural, común, y sintética se resume en que Steven explica a un nuevo recluso que finalmente todo lo que le suceda se solucionará con “mamadas”.
En la función que me tocó ver, varias parejas se salieron, sobre todo con los besos masculinos. Había varios jovencitos que también abandonaron la sala cuando se dieron cuenta que no era la típica comedieta de Carrey sino la ocasional cinta donde el inteligente actor se arriesga a explorar su gama de talento. Aparte, el estúpido título en español fue impuesto para explotar dicha fama y también esa debió ser la razón de la tardanza en estrenarla. Es una buena oportunidad para disfrutar papeles extraordinarios de dos actores que son bastante magnéticos. Una conmovedora visión de los alcances que posee la pasión amorosa.